Del hombre caminando por la historia

He sido de Atapuerca Antecessor,
pastor y campesino en el Algar,
Tartessos vi crecer con esplendor
y en Roma esclavo fui no sin luchar.

Mi estirpe, aunque cristiana y sarracena,
judía fue también allá en Toledo.
España por ser indio fue mi pena:
al rey, la tierra; a mí, su dios, su credo.

Mi sangre se ha vertido en mil conflictos,
mi nombre no aparece en los anales;
fui víctima del éxito de adictos
al pedestal de seres inmortales.

Un paria sigo siendo igual que ayer,
mas pueblo soy que quiere trascender.

 

Dicen muchos qué hay que saber andar pá dejar huella, lo demás solo se escribirá


Grato leerla

 

Maravilloso poema, Anna, un saludo!!

 

Hermoso soneto dedicado a las víctimas de la historia. Un gran placer leerlo.