Del junco al agua

De menearme estoy cansado
al compás de tus andanzas
sin albergar esperanzas
de levantar mi cayado.
Si viviera en el bañado
más tranquila te vería,
quizás tendría armonía
con el vibrante reflejo
que me muestras en tu espejo...:
¿nunca cesa tu porfía?

 

Hola maestro, me tropiezo con esta décima por cierto muy peculiar y por más que rebusque un sentido figurado , prevalece mi rasocinio concreto
Jaja.
Un saludo desde Texas hasta tu ducha.

 

¡Beatriz! ¿Cómo andas, tanto tiempo? Pues sí, está escrita sin segundas intenciones esta décima, pensando en esos juncos que viven a la vera de mi arroyo. Sin embargo, puedo imaginar algunos sentidos figurados: esas desparejas parejas de sedentarios con nómades..., o de volubles con constantes..., o...

gracias y abrazo: ¡ducha! ¿qué es eso?
Jorge

 

Jajajaja

 

Hermosas imágenes del junco hablando con el agua. Un gusto leerte.

 

Gracias, estimada Luciana.
abrazo
J.

 

Acá cerca, en las orillas del Río de la Plata, hay juncales inmensos. Es lindo verlos cuando hay olas que los mecen. Ahí trabajan los junqueros, que los cortan y los venden para hacer diversas artesanías. El junco es de la familia Papiraceae, la del papiro, la planta de la que hicieron el más primitivo papel. Es una muestra más de la sorprendente diversidad de adaptaciones al medio de las plantas.

gracias y abrazo
J.

 

Gracias, Luis. Es interesante comprobar la tendencia de las prosopopeyas al sentido figurado. Por ejemplo, se me ocurre que hay gente apegada a sus raíces y otra gente que anda como si no las tuviera, dispuesta simpre a la mudanza...
Al escribir esto recordé un tiempo en que nos dedicamos con Ana Cevallos a escribir diálogos naturales, ella escribía una parte y yo la otra. ¡Cuántas aguas pasaron bajo el puente!
abrazo
Jorge

 

Supongo que te refieres al tiempo, una de las tantas interpretaciones de ese río que pasa sin piedad. No responde mucho a la realidad de mi arroyo eso: como está sometido a las mareas marinas (aunque el mar esté a 200km) y tiene muy escasa pendiente, corre a veces para abajo a veces para arriba... Supongo que este comportamiento atípico de mi río se prestaría para alguna metáfora también... de la luna (el amor) como fuente de Juvencia, quizás...

gracias y abrazo
Aramis

 

Una hermosa décima, Jorge.
Me gustó ese junco hablándole al espejo. Y también será el que le habla al otro junco? Ese que le dijo: uy, hermano! Ahora sí que nos dejaron plantados! Jajaja.
Abrazo.

 

Pues sí, un buen resumen podría ser «yo acá meneándome a tu capricho y vos me dejás plantado», ¿no?

gracias y abrazo
J.

 

Profundos, bien profundos son tus versos amigo Jorge, trato de adentrarme en su significado y nadar en las aguas que riegan a esos juncos tan resistentes y flexibles y trato de saber a qué se debe su resiliencia y tal vez sea por estar hidratadas sus raíces y sus tallos por ese flujo permanente, tal vez si no tuviera ese arroyo de compañero sería diferente, tal vez y muy posiblemente necesitemos a nuestro lado una pareja que nos complemente y no que rivalice o rivalicemos con ella, tal vez lo que de verdad nos hace un poco felices es vibrar en un mismo plano de igualdad, tolerancia y comprensión, tal vez así sea.
Encantada de leerte mi querido amigo y admirado poeta, de ti aprendo siempre. Mil besos.....muááááckssssssssss...

 

Hola Jorge:
Con gusto leo la décima y con interés el hilo de comentarios donde -me incluyo- leemos que la décima dice más, yo inmediatamente pensé en vínculos amorosos.
Saludos con un apapacho: Miguel