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Delirio en el Chimborazo (Simón Bolívar)

Tema en 'Poemas sociopolíticos y humanitarios' comenzado por dilia.calderas, 13 de Octubre de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 8359

  1. dilia.calderas

    dilia.calderas Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Del Callao venían las tropas y se enteró Canterac, por tanto en Jauja ordenó, riqueza en Lima tomar y luego avanzó a la Sierra, dirigiéndose hacia el Sur; 9000 hombres en tropa tenía ejército español.

    Sucre, al saber del talud que pronto se avecinaba, emprendió marcha al Callao que Bolívar recomendaba. Así mismo, Riva Agüero solicitó protección, siguiéndole en retirada.

    Expulsaba y desterraba el Congreso a Riva Agüero, situación que, favorable, a Sucre le daba acceso, pues hábil había terciado la opinión con los partidos, proponiendo al Libertador para dirigir la guerra. El Congreso, ya sin tregua, emitió pronto el decreto, rogándole aceptación, lo que fue el más grande honor.

    El ataque a Santa Cruz, en el Sur, aún continuaba y en julio del 23 Canterac tomaba a Lima. Santa Cruz desembarcaba y Canterac marchó a la Sierra, los recursos se llevaba.

    Sucre apoyó a Santa Cruz y volvió a tomar a Lima con la división Chilena y también la colombiana. Riva Agüero, en forma plena, cuando ataque se aproxima, busca refugio en Trujillo, negociando con Virrey y propone un armisticio, luego se dispone a oficio de ordenar a Santa Cruz el no obedecer a Sucre, así ayuda se frustraba.

    Contingentes enemigos a Santa Cruz atacaban, sin que ayuda le llegara, teniendo que huir a la Costa, pero tal fue la derrota, que de 5000 hombres, solo le quedó 800. Sucre regresó hacia el Norte, su acción se inutilizaba.

    Al enterarse Bolívar consideró que Riva Agüero, aliándose al español, acarrearía impedimentos; por tanto asió en su regazo proposición del Congreso, en que el embarque de fuerzas lo hiciese del Chimborazo.

    DELIRIO DEL SUEÑO DE BOLÍVAR EN EL CHIMBORAZO:

    Allá en el Chimborazo Bolívar se trasportó, deliraba por la forma de corregir la vanidad; que el triunfo no afectara, centrarse en la realidad, con la moral y verdad el camino despejar.

    Envuelto venía en iris hermoso, el Dios de las aguas, arco del Orinoco que atraviesa Amazonas, subir quiso Atalaya; profundo universo quiso visitar.

    Con huellas de Humbolt y La Condamine, geógrafos que en América estudios eximen subió a región glacial, éter sofocó su aliento, donde ningún humano hollar pudo corona.

    Esa diamantina, dominadora de los Andes, imaginó que el iris servía de estandarte, recorrió regiones infernales ríos y mares, sobre hombros de los Andes a pies de Colombia.

    La tierra se allanaba sin detener libertad y el iris humilló a Belona, diosa de guerra que tenían los romanos y además pensó en trepar sobre el canoso gigante la montaña de los Andes.

    Si podré repetía, dejando atrás las huellas de Humboldt y Condamine con cristales que empañan; circuyen Chimborazo y el genio que animaba, desfalleció al firmamento que vio. Enfrente tenía abismo y continuó el espejismo, delirio y fuego; era aquel fuego el Dios de Colombia y ante él se interpuso el tiempo.

    Con despojos y edades, ceñudo, inclinado y calvo, con su tez rizada y una hoz en la mano, ser padre de los siglos, arcano, secreto y fama, con madre eternidad procedió a expresar.

    Ser límite infinito sin sepulcro le advierte, superior a la muerte, pasado futuro y presente; criticando le dijo: ¿Por qué te envaneces?, niño viejo, hombre o héroe ¿crees que es algo tú universo?. ¿Que levantaros sobre un átomo de la creación es elevaros?; ¿pensáis que los instantes que llamáis siglos pueden servir de medida a mis arcanos?; ¿imagináis que habéis visto la santa verdad?, ¿suponéis locamente que vuestras acciones tienen algún precio?; a mis ojos todo es menor que un punto a presencia de infinito que es mi hermano.

    Enfrentados en aquel fuego, sobrecogido de terror sagrado, el Libertador respondió: ¡Cómo Oh tiempo!, ¡No ha de desvanecerse el mísero mortal, que ha subido tan alto!; he pasado a todos los hombres en fortuna, porque me he elevado sobre la cabeza de todos. Yo domino la tierra, con mis plantas llego y al eterno con mis manos. Siento las prisiones infernales bullir bajo mis pasos, estoy mirando rutilantes astros, los soles infinitos; miro sin asombro el espacio que encierra la materia y en su rostro leo la historia del pasado y los pensamientos del destino.

    He aquí la reflexión que en su delirio divino, el Libertador se dio enfrentado con el tiempo: ¡observa! le dijo el tiempo, ¡aprende, conserva en tu mente!, lo que has visto dibuja a los ojos de tus semejantes. El cuadro del universo físico, del universo moral, no escondas los secretos que el cielo te ha revelado; dí la verdad a los hombres, y desapareció, y el romántico Bolívar ahí se criticó.

    Absorto y yerto quedó, tendido sobre el diamante que como lecho le sirvió y la voz de Colombia le gritó; resucitó, se incorporó, abrió sus pesados párpados y su delirio escribió.

    No obstante los Andes cruzó completando victorias, seguid leyendo la historia que comenzó en Monte Sacro, al jurar proyecto macro para lograr liberación y proponerlo en toda Nación.

    Para escucharla como canción pulsa el siguiente link:

    http://bolivarrevolucionario.blogspot.com/2009/09/delirio-en-el-chimborazo.html
     
    #1
    Última modificación: 13 de Octubre de 2009

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