1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Desahogos

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Troto, 18 de Junio de 2023. Respuestas: 0 | Visitas: 305

  1. Troto

    Troto Pablo Romero Parada

    Se incorporó:
    31 de Octubre de 2014
    Mensajes:
    1.667
    Me gusta recibidos:
    1.282
    Género:
    Hombre
    Tengo la sensación de que me falta algo. Puede que sea agilidad profesional, seguridad en mi mismo, un buen grupo de amigos.
    Trabajo a jornada partida cinco días a la semana en una residencia geriátrica. Me toca trabajar siempre los findes, lo cual me pone melancólico. Pero los findes son más tranquilos así que ni tan mal. Tengo tendencia a creer que me falta una mujer. Alguien con quien tener el mismo amor que mi madre tenía con mi padre. Aunque ni de coña querría ser como esos dos chalados. Tendría que ser una chica más apta para mí. Tal vez más abierta. Pero no soy capaz de encontrar a nadie, y de encontrarlo, no tengo energías para mantener la relación. Al menos si se parece a mis anteriores relaciones que fueron bastante turbulentas y demandantes. Sobre todo en ese punto en el que me convertía en una especie de secretario esclavo por hacer que la relación funcionase. Cuando llegas a ese punto el final es inminente. ¿Quién en su sano jucio podría aguantar algo así?
    Me siento débil para trabajar como a mí me gustaría o como para enfrentarme a nuevos objetivos. Generalmente tengo la sensación de que padezco algún tipo de enfermedad, pero ni mi médico ni mi psicólogo me diagnostican. Sea lo que sea, es una dificultad para vivir y disfrutar. Una dificultad sin tratamiento. Los compañeros de trabajo no dirán cosas como: "pobriño está enfermo, debería cogerse una baja de un año por lo menos", ni mi médico dirá "por favor, tienes que tomarte unos días de descanso". No. Es un desasosiego. Una mierda tremenda. Me pregunto si el resto de la gente llega realmente a estos extremos vitales. Mis amigos me dicen que ellos también se cansan y acaban hasta los huevos del trabajo, pero me da la sensación de que yo llego un poco más allá. He llegado al punto en que tengo miedo a quejarme por no parecer victimista ni amargar a mis amigos. Hasta mi psicólogo me dice que soy un dramático. Maldito drama. Es un mal que me aflige enormemente. La terapia, comer sano y el mindfulness me ayudan, pero sospecho que no es algo de lo que curarse. Es defecto del animal por decirlo de alguna manera. Tiene tratamiento pero no cura. Así me quedaré. Solo espero que con los años no vaya a más porque tengo veintiocho y se supone que estoy en mi plenitud física. No quiero verme con cuarenta o cincuenta años. Me siento como uno de esos tíos que salen en la MTV dispuestos a bajar 100 o 200 kg. O sea, yo no soy un obeso pero tengo unas cuantas cosas por dentro que me deprimen.
     
    #1
    Última modificación: 9 de Julio de 2023

Comparte esta página