Descripción de un amor ajeno.

Te conocí un 20 de noviembre, un noviembre con olor a ayer. Te conocí por accidente o talvez ya estaba destinado el conocernos. Te conocí y es lo que importa. Debo de confesar que tu presencia me cautivo un poco. Ero creyendo que ese era el primero y el ultimo que te vería, lo tome como meramente atracción física.

Pero la vida da sorpresas y la mía fue reencontrarme contigo. Y quién diría que ese antiguo desconocido poco a poco se alojaría en mi cabeza.

Te conocí ese día, pero a partir de este te fui descubriendo: tus gustos y costumbres, tus ideales, tu actitud; y por supuesto esas manías tuyas que me volvían loca: tu manera al caminar, al hablar e inclusive de sonreír…

Me enamore de ti…

Me enamore quizás por accidente, quizás por causa del destino.

Y fue ese 31 de mayo que tanto recuerdo. En el cual conocí más a fondo una pequeña parte de ti: tu boca… esa misma que tantas historias me había contado, era la misma que me estaba poseyendo.

Tiempo después pasamos de ser desconocidos a conocidos, de conocidos a amigos, y de amigos a algo más íntimo… a tal grado que decidimos contraer noviazgo.

Una etapa tan bella de mi vida… una etapa llena de ilusiones… una etapa llena desgraciadamente de lecciones.

Tu partida dolió y aún sigue doliendo. Podría haber sido mejor. Podría aun seguir siendo.

Y aquí me encuentro sola pero de pie después de tu partida. Recordando que no todos los hombres son iguales, algunos son peores. Que las historias por mas fantásticas, siempre terminan siendo fantasía. Y que en esta vida unos llegan otros se van… pero siempre se vive.