Desiértame las horas...

Desiértame las horas en que nos quebramos por olvido,
sobre cunas baratijas se mecen: conspírame a la Luna.
Mujeres que se experimentan en hombres que se creen ellas,
doblez encontré cuando sacie las condenas.
Corazón se parte...

¿Quiénes son mis colegas?
Anónimos egos se escuchan en el periférico de tu cuerpo,
perenne la salida nos lleva de nuevo
y quién sabe qué saldrá...

Problemática hora viene de nuevo (y se va...)
Insomnio come de mi mano,
pero me resisto: ¡sobre los sueños se agarran los cerdos!

Animaliza la imagen que te mece, absurdo...
¡Y mira cómo anda el sinsentido de la palabra que nada nos dice!
(Pero que todo grita...)

...

(En suspensiva demora se trepan los monos)

...

¡Mira cómo andan y cómo van!
Sonrisas y tristezas se carga el pasado de los otros,
nosotros no somos otros, somos otoños, otoños que son cortos.
Agarrarme sin pensar en rabia quisiera,
porque no cabe duda que la tierra a pensar se enseña
y de pronto... ¡Puag!
Ellos despiertan.

Eduardo Peñaloza.