Desistido

me pide algo así como callar mi río de saliva

y escupir para dentro del sin fin de adentros que me plagian
las innumerables verborragias que me atracan desenvueltas
cada vez que se me ponen las ganas dadas vueltas
de vulnerar silencios por matar el tiempo
la soledad cruel de los riachuelos venosos

y yo me guardo los tropeles inmundos de mi tránsito viscoso
en los rincones vernáculos del alma que me aplastan
para no contradecirla y echarle la furia encima
y piense que no me tiene en cuenta por desesperado

o tonto embaucado por los imposibles que me planta

pero me ando sospechando que ya lo debe andar sabiendo