Desordenarme, desobligarme

Irrumpe la idea de cubrirme los ojos o de una ves perderme y desistir de tus adentros, de tus dedos.

Desordenarme, desobligarme persigo de toda imagen, del lunar de tu cuello. Dejarme completamente de ti y de mis cosas olvidarme por un tiempo, mi nueva ofuscación. Acudo al calendario y me aconseja un cambio de emociones y también un nuevo equipo de artillería para conformarme, mi perdición.

¿Será que mi final, empieza en otra parte?

No me atrevo, me atrevo a decirte tantas cosas: la primera es que te. …la segunda que. . Cosas que solo tu yo sabemos y los dos queremos. Cerremos la puerta con toda posibilidad y no volvamos a vernos. Recuerdo que en un momento peleamos con la verdad por las notas de Dostoevsky.

Te abro mi cuaderno, pelear contigo y vernos en el infierno, preferible. Me condeno, me calcino.
Vivir sin ti no lo absuelvo, ni en el cielo. Entra, avante. De lo demás se ocupa el tiempo, ya sea aquí o en otros infernales subsuelos. Es ahí, que te espero, perturbada en el reposo. Me obsesiono. Desespero. Adorándote más valiente que todos tus enojos.