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Despedida a una difunta.

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por TARUGUS, 27 de Noviembre de 2017. Respuestas: 0 | Visitas: 311

  1. TARUGUS

    TARUGUS Poeta fiel al portal

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    Mi bien amada Mara sé que no puedes oirme y este lugar dónde estas me repele, jamás vengo a él y solo vengo a cumplir mi promesa, tú cuento ya está escrito tal como ha sucedido no como me hubiera gustado que fuese, pero es el destino. Siempre que puedo cumplo mis promesas.Vas a permitirme que sea un poco mas explicito y sé que quien me oiga creerá que estoy loco, y quizás tengan razón, tampoco me importa mucho eso.

    Todos tenemos dos seres en nosotros lo que somos y lo que queremos ser; yo soy un enterrador pero quiero ser trovador, de hecho me siento afortunado pues casi siempre soy un trovador, simple , cariñoso, siempre enamorado, siempre dispuesto a verter mis palabras para alegrar y despertar amores.

    Cuando te conocí sabía que eres una cazadora despiadada, cruel sin sentimientos, que solo buscaba satisfacer su ego, sentirte la mas lista de la clase, la mas inteligente, competitiva..., en fín yo traté de advertirte una y otra vez.., pero te lo tomabas a broma, recuerdas esta poesía?, no está escrita para tí pero te la mostré para que anduvieras lista...

    A veces me asomo por el cementerio de mis amores,
    está lleno de besos todos muertos y enterrados,
    y exaltaciones y cantos en sus lápidas grabados,
    son los fantasmas diáfanos y fríos de mis sueños celadores.

    Tiene otra amante el sepulturero enamorado
    y ya tiene su tumba profundamente cavada,
    a golpe callado de pala y azada,
    y otro epitafio en la losa nívea grabado.

    Enterrador que doncellas seduces,
    que amas y entierras,
    y te marchas y apagas las luces.

    Era una advertencia que había alguién mas listo y despiadado, más sádico que tú, acechando cada movimiento tuyo, analizando cada palabra, manipulandote y haciendo creer que eras tú quien manipulaba, se lo he visto hacer muchas, muchas veces creelo, pero no quisiste oir mis versos. Luego te empezé a escribir un cuento y era una otra advertencia, pero no te diste por aludida, seguías pensando que como eres capaz de hacerte daño a tí misma por hacerselo a otro pues que finalmente cazarías al enterrador.

    Niña nécia y creída no veías que jugaba contigo?, hasta llevarte a un lugar dónde yo no entro, dónde no soy capaz de siquiera de mirar, ya te dije que entré hoy por la puta promesa que te hize, y no puedo entrar poque me da naúseas y me llena de horror. Pero te advertí muchas veces y mi corazón desbocado lo veía venir y no podía hacer nada en medio de vuestro estupido y sucio juego.

    Y te ví entrar voluntariamente en la tumba abierta para tí y la lápida con tu nombre grabado, tampoco viste eso necia?, y vi como te enterraba para siempre fuera del alcance de mis versos.

    Estás serán las últimas palabras que oirás de mí , si las oyes claro, no canto a los muertos, solo a los vivos.

    Y en la lejanía se oye la flauta de los faunos, los bailes de las ninfas, el bosque lleno de vida, de pájaritas hermosas y bellas, de mariposas coloridas de trinos y cantos, ese es mi mundo y mi vida, el que siempre he querido y amado...

    Adíos.
     
    #1
    Última modificación: 27 de Noviembre de 2017
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