Despierta

¿no ves que estamos en tormenta?
La mar se agita, se despiertan mis demonios
Las nubes están cargadas de violencia
Mis temores me inundan de insomnio
Chirreando siento hasta mis dientes
El fuego se enciende en los montes
El abismo me succiona de repente
Ya nada me procura algún deleite

Se me pasan los días indolente
Encerrado mirándote de frente
Las fuerzas de mi cuerpo se desmayan
Mis palabras se enredan en los dientes

Temblorosas ahora están mis manos
se sacuden como ramas con el viento
No me dejes sufriendo esta amargura
en el valle silente de la muerte.

Pero, seguiré hasta hallar esa respuesta.

 

No me dejes sufriendo esta amargura
en el valle silente de la muerte.

Pero, seguiré hasta hallar esa respuesta.

A pesar de tanto malo queda la esperanza de encontrar el camino.
Grata lectura.
Saludos Jose Fercho Zam

 

Una sentida súplica que se desborda de tu inspiración, placer
inmenso de lectura. Gracias por compartirla. Besitos cariñosos
apretados en tus mejillas.