Destino 2da. parte.

Al salir de la sala de baño, y respirar ese aroma de las tostadas, Alejandra se apresuró a vestir con sus ropas negras.
Sin duda que los jeans, zapatillas de caña y blusones eran pobres exponentes a la hora de resaltar su elegante figura, pero el “habito” de ella era ese. Y casi todo en su vida demarcaba los mismos márgenes: opaco y apagado; Con la sola mirada de la melancolía sobre su ser.
Alejandra, Vegana por naturaleza, amante de todo lo sutil y diáfano de la vida: Desde las altisonantes armonías del rock de su banda hasta el suave y sinuoso murmullo del viento al perderse entre los ramales de los abetos. Era una chica retraída y silenciosa, con el misticismo del águila que observaba, inmersa y ausente, desde sus alturas, el deambular de las personas por la vida.
Ella les veía reír y abocarse a la persecución de sus proyectos y ambiciones, con un dejo de incertidumbre y marcada frustración, motivado por la incapacidad a verse reflejada en sus semejantes. Ella era diferente.
Veía las parejas de la mano, como selladas a un destino mancomunado e ineludible; Les observaba felices, llenas de amor recíproco…Podía ver el eufemismo de la comercial fiesta de San Valentín, y todos aquéllos subproductos del capitalismo cristiano occidental; Pero en ella no impactaban como en los demás…Después de todo…¿Qué sentido tenía todo eso?
Ella no sabía lo que era amar, era cierto: Su corazón, cual una Agatha de malvas tonalidades, se mantenía plácidamente dormido.
Habían varios chicos de la universidad donde estudiaba que le habían enviado correos y mensajes de texto, de diversa etiología, manifestándole sentimientos con palabras estereotipadas y usadas hasta la saciedad…Y jamás ninguna de aquellas expresiones tocó tierra fértil o duró siquiera más de los segundos que requirió para borrarlos. También hubo una ocasión en que otros joven, más osado o simplemente más sincero, le abordara en el autobús, de regreso a casa, identificándose como un “admirador”. Y fue la única criatura que lograse bajar el puente levadizo del inexpugnable bunker de su alma. Un individuo de gran carisma ciertamente, y un rostro afable y de miradas estudiadas que logró conquistar parte de la soledad de la vida de Alejandra….Pero al poco tiempo también cayó al abismo del olvido al manifestar sus evidentes-y obvias por cierto- ganas de explorar ese cuerpo tan agraciado y ser el dueño de sus ojos grandes y amorosos…
Por eso, al invocar toda esa pléyade de recuerdos, todas esas sórdidas sensaciones, se refugiaba en su música…Al sentir que el sonido de las estridencias revoloteaba en el ambiente con la fuerza del tsunami, su rabia y desolación se desataban a los cuatro vientos abandonando, transitoriamente, su triste alma. Y luego el repicar de una nota, o el solo compás de una armonía, llenaba su ánimo insuflándole la paz y confort que ni millones de lujos podrían haberle agasajado.
Alejandra era una sibarita de ella misma….Y una novia de la soledad y el miedo….
….Al sentarse frente a esas tostadas, que humeantes y ennegrecidas aguardaban con humildad servir de sustento, se sirvió un abundante vaso de jugo de frutas. En el extremo de la mesa estaba su padre, quien leía un periódico enfrascado en la sección de deportes. Y junto a ella, su hermano menor. Su madre terminaba de freír unos huevos. Al ver este acto Alejandra, otra vez, recargaba su Veganismo, y agriamente replicaba contra las prácticas de la alimentación de la familia…Pero era una batalla ampliamente perdida.
Ese día no había clase, y el resto de aquella jornada se rendía sumisa a su entera voluntad. Y como si el destino de toda la humanidad dependiese de ese acto ella se dirigió hacia su cuarto, presurosamente, y encendió el computador….Al otro lado de esa pantalla estaba Vianney, y ella, lo sabía muy bien, significaba el verdadero inicio del día: Donde no importaban las tostadas, los huevos o el latoso de su hermano contándole de sus peleas en el liceo…Estaba esa chica de ojos verdes, mirada tierna, labios delgados y cabellera sedosa.

 

Y una novia de la soledad y el miedo….

Tan cierto soy fan numero uno de la soledad, oh dios es como una pelicula no quiero dejar de leer asi mismo quiero saber el final eh , muchisimas cosas de mi vida por un tiempo las guarde en aquel atico cuyas sombras lo dividian lo hacian mas grande .. lo desconocido por que el amor eso es un pequeño misterio .. ya quiero saber mas y mas ahaha, Gracias una vez más.

 

Me alegra que te siga gustando Ultimo suspiro. Es menester, entonces, proseguir hacia el infinito de tus sentimientos...Un amigo..

 

No me canso de leer.. Gracias de verdad!!

 

Ojala pudiera leer esto Sally =(
La vida.. que se va y regresa!!

 

Siempre se puede Ultimo suspiro: Ni siquiera la muerte es obstáculo para amar...Un amigo