Desvelo

1.0 -Somnolencia.


No despiertes amor a la prudencia, continua tensa como un arco,
dormida en esta ausencia de recuerdos,
presa de un presente envejecido,
concédeme derechos de autor sobre tu piel y tus próximos besos.
No despiertes, no te rindas a la inminencia del reloj y los espejos.

Ten en cuenta que el amor y sus deleites son pecados pasajeros,
manzanas que Adán vende en las estepas de tu cuerpo,
por eso , ¡No despiertes!
Agoniza en tu desnudez y mi deseo
que son como puertas al otro lado
de este paréntesis en tu tiempo.
Quédate así, distraída e inquieta como un roedor urbano
sobresaltado ante la insistencia de mis manos por los orificios de tus elementos.

Juguemos con la incertidumbre y la resistencia de tu talón de aquiles,
de estas horas de alquiler.
Quédate en este sueño que nos empobrece las alas y afianza tus pies sobre mi tierra,
aborta esta realidad canalla que propone dividirnos en el eco de tu panacea
y mi intrépido
Big-bang .



No despiertes, no abras los ojos cada que mis ojos te vienen a mirar
y no contradigas mis razones
que buscan hacer mella
en
tu razón.


2.0 Insomnio.


Ahora que tus pupilas aciertan a mirar lo que yo veo cuando te miro
y alzas en la voz banderas blancas,
ahora que de las dagas que ensayabas comienzan a surgir decentes lirios
es hora de dormir y de callar
como calla tu hiel cuando te aspiro,
Comienza a abrir tu piel hora por hora,
juguemos en tu incierta aritmética,
donde uno más mil es igual a ti.

Abre tus ojos a mis limitados horizontes,
sacraliza los vicios que te ha dejado un añejo olor a mar después de octubre.
Por que ahora que regresas el tiempo me cabe en un pañuelo.

Yo solo tengo tu piel como trinchera,
los recuerdos de tu destierro y una lúgubre porción de tus quinielas que siempre te exponen ganadora.
Yo solo tengo la parte inferior de tu narcosis
y esta ruta privilegiada, amor, de tu regreso.

Es posible que mis rutas suicidas solo lleguen al limite de tus desgastados cielos,
a las astillas de tus amores temporales,
aún así,
espero amor tu resurrección,
cuando tus ojos se abran y me veas desnudo,
libre de trucos, hambriento de ti.

Es verdad que necesito
tu piel como una alfombra,
no me rindas,
deja que te cuente que mi olvido se murió
de ganas frente a ti.


Todo el tiempo amor se quedó en el paréntesis de tus piernas sobre mi.