Dia 37,...El carrito de bebé.

Dia 37,...El carrito de Bebé..
.-¿Que médico le asigno?,¿Tiene alguna preferencia?.-Don Hilario le digo, es el médico de familia de la famila de toda la vida.
-.Lo siento tiene el cupo cubierto, creo que si usted viene a curarse, debería asignarle uno que estuviera pasando consulta en estos momentos y que además disponga de enfermer@ para las curas .- Perfecto muy amable. Planta 1 sala 6 enfermera Sánchez Gaudens, subiendo las escaleras a la izquierda -Gracias de nuevo.
Faltan 35 minutos según mi volante, 13:10 orden 15 consulta clínica programada enfermeria de pasante.
Comparto espera con un chico que parece no oir bien, con una señora mayor con su hijo que parece parado, y con otra señora también mayor, a la que he cometido el error de preguntarle y ya no hay manera de hacerla callar, se abre la puerta, entra la señora por fin! sin parar de cascar, todos, hasta el chico sordo, comparten una media sonrisa de alivio conmigo, complicidad sonora, !huelga contra la contaminación acústica! aunque sea de palabras. De pronto por el fondo del pasillo asoma un carrito de bebe, cargado hasta arriba con bolsas de mudanza repletas de trastos viejos y ropa usada de contenedor, lo empuja una pareja joven, el parece tener una herida en el brazo, ella, extremadamente flaca tiene los ojos verdes un poco saltones, entre los dos no suman 40, la saluda una amiga que acaba de pasar y le pregunta por su hijo, en el colegio le dice, ya mismo es la semana blanca, a ver como nos las vamos a apañar, refuña lamentándose, y pienso???. el niño necesitará el coche y sus adolescentes padres deberán buscarse otro para ir a trabajar, se abre la puerta, entro a curarme el labio partido, el jueves me quitan los puntos, nada, María Pilar, nombre de pila de Sánchez Gaudens, me alivia.- No te preocupes apenas te quedará marca, un poco de cristalmina y basta. Le agradezco me despido y salgo con la cura y remedio para mi labio partido, al salir me cruzo la mirada con la chica de los ojos verdes saltones y pienso en su hijo, y aquí estoy, aplicándome cristalmina en gota, gota a gota, refunfuñando de los ambulatorios, porque entré con el labio patido y me fuí con el alma rota.