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Día XL

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por abcd, 9 de Febrero de 2015. Respuestas: 0 | Visitas: 384

  1. abcd

    abcd Poeta adicto al portal

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    Escucho tus hordas, inconfundibles, satánicas a mi ambición de dibujar ángeles en tus labios, pero aún incólume me alejo al acercarme para oírte bien. Hablas de la noche, del soplo en tu corazón que te hace ser esclava de relaciones inútiles y reina de astro hielo al rechazar algo mejor, algo que te haga bajar la mirada. Comienzas con una oda de frases banales, entras a la urbe para terminar siendo un pueblo alejado, imposible de llegar y te aferras a empujar los deseos hasta tus ojos. Necesitas verlo todo, tenerlo todo, ser el ácido que extinga las palabras definitivas. Necesitas el rojo al herir para herirte, y yo verde, al verde para creer en mañana; inocente, inmaduro.

    La imagen de tu espíritu triste e intranquilo te cubre como un velo cuando te cuentan como un número o una historia más. En el apocalipsis sentimental eres un vidrio enterrado en los brazos, alas de amor caótico ofreces y sin embargo es tan fácil adherirte a esas alas y llevarte, y elevarte hasta perder la razón. Descansemos en las umbelíferas, demos sombras y abrazos a las hormigas del fuego y en la penetración al vacío de las sonrisas falsas perdamos los dientes, como abuelos, como eremitas que en torno a las flores dejan caer sus lágrimas para aliviar su conciencia uniforme.

    Que nos aplaste una roca, pero que sea una roca de luna. Que las sativas del huraño corazón nos vuelen la cabeza en mil doscientas vanidades y que en ninguna de esas partes nos queramos como ya nos queremos. Qué el paisaje acelere el motor, qué la fiebre nos alcance para morir, para vivir extasiados de poder y sin poder alguno. Tan blanca debería ser la nieve que nos cubra, para no vernos aún con el iris moribundo, aún con el hollín de las pesadillas cubriendo el mar de nuestra isla con indiferencia. Que pleno se ve el cielo cuando nace en tus ojos y que palpitaciones alcanza mi mente si una gota de sudor por vos besa alguno de mis poros. Estoy excitado de contemplar la máscara que sostiene tu cuerpo, Andrómeda a días de un Perseo voraz.

    Semejante a la demencia de los planetas que se atraen para explotar, es la de tus luces que apagan el resto del mundo. Tu luz olvida, tu luz posee y recibe lo que todos van dejando por no saber cargar humanidad. Sibilina de innumerables misterios, quisiera que el terror de un desierto nos encuentre a solas, libres de desnudez, libres del agua, del hambre, de morir o vivir, quisiera figurar en una de tus ramas y como un gusano caminarte sin que lo notes, convertirme en mariposa antes de entrar en tu oreja y bailar por tu cráneo y enamorarte desde adentro. Para que entiendas que la demencia es hermosa.

    La rana más verde será bebida por tus ojos, y de mi alma se alimentaran mil pájaros sin suertes. El topo y los animales que bajo tierra resisten el caos, saldrán a la bóveda con la misión de revivir el aire limpio y puro. Es una gran actuación de pensamientos que ríen la realidad, hay que desgarrarlo todo, quitar toda hierba mala de su mal lugar y empezar todo de un cero absoluto, pero relativo a lo que sueño con vos.

    Deambulo sordo y ciego de ignorarte, ya llegue a los treinta y aún quiero caminar sobre clavos. Las letras bellas las tengo en un árbol perdido en un inmenso bosque, a veces me acuerdo que suena bonito nombrarte y en rocío se bañan mis más dulces verdades. Te ruego, les ruego a todos un poco de piedad, dejen que la aventura de mi silencio se eleve hasta cotas inimaginables y que a través de los parpados cerrados esperen todas mis respuestas. Si huyen los voy a querer, si se quedan una súbita virgen perderá su corona y su fe.

    Y tu eres como un océano que resplandece en el límite cercano al abismo.

    Es tanto como se eterniza tu piel en mi sangre, que es estrepitoso y vulgar el lamer mis heridas. Se levantan las espadas cuando alguien te mal nombra y sea en tu honor o en mi honor dejo de comerme las uñas si hay que matar una mosca o limpiarle las patas a una araña. Son tantos los cortes de mi prosa membranosa que se me pasa el sueño al descifrar que descifras mientras te deseo descifrar por los senos, con las manos y sin las manos.

    Si hubiese sido tu amigo gay, el sonido de tu presencia me haría eructarte, los muros que dejo abierto para que me lastimes hubieran sido todos de metal y muerta tras mis granadas anti promiscuidad llegarías a la tormenta como un rayo invertido rechazado por un amigo. Tan infértil es creer que no me desespero por besarte que los follajes son de puras espinas y de rosas que escupen con desquiciada puntería sus espinas. Se regodea mi sombra con solo tocar tu sombra y tu quieres que yo mire el sexo opuesto con cariño, tan estúpida puedes llegar a ser.

    Que se apaguen las llamas de todos los milagros, mis arterias deben estar obsoletas de cariño. El nimbo que acompaña tu cuello es duro y golpea mis ilusiones, estoy preparado siempre para descender a tus pies a morderte los talones para que sean más pequeños tus encantos. Tan poco lúcido soy al desearte que me vuelvo un rinoceronte si no me haces caso y disfruto del agua de estanques porque mi fresca armonía es no ser para ti una mala compañía.

    Pero tu, Lázaro femenino, estás tan empeñada en ser un estío y en ser un frío, en ser el viento que mece los sueños de todos mis bosques, que aún yo me exiliase por toda la vida, en la muerte me ofrecerías tus manos y tus ojos para abrir un mundo nuevo conmigo. Qué vacío se ve el mañana si no voy a hermosearte hasta quedarme sin nada.
     
    #1

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