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Día XLIX

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por abcd, 18 de Febrero de 2015. Respuestas: 0 | Visitas: 314

  1. abcd

    abcd Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    22 de Septiembre de 2011
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    La paciencia es un cristal que te corta despacio y profundo, cuanto mas descanses del buen arte de escupir verdades más vacíos acumularas en el cuerpo. Saltarás como un resorte reprimido por años, tocarás el sol con los ojos o la luna con la espalda y al volver a caer todo tu ser se habrá convertido en ese tonto cristal que tanto guardabas. No seas tan paciente, de a poco suelta tus miedos, debes cambiar, todos necesitamos cambiar. No seas tan terco, el azul se vuelve celeste, las nubes nunca detienen su triste motor, el reloj solo cuando llora deja de funcionar, ¿lo entiendes? ¿por qué te aburre tanto la vida? A veces quisiera golpearte, vamos hombre reacciona que las luces no van a dejar de brillar solo porque no las mires.

    Vives engañado, tu torpe intelectualidad es un mal refugio de fantasmas hambrientos de cuerpos. No es ni triste verte solo, porque te ves bien solo, porque si alguien se te acerca un libro nuevo y oscuro tatuaras en su frente. Haces bien cuando haces mal y abandonas las escenas para que la novela continúe con un ritmo rápido, sin tu pesadez, sin tu deuda con el compromiso y el crecer de pie.

    Nadie te entiende y yo no voy a entenderte. ¿Por qué no gritas? ¿por qué no saltas cuando la rueda empieza a girar y sufres tantos mareos? Es tonto, tu disfrutas la vida a tu manera, eres libre hasta de la libertad y te encanta estar atados a sueños, a irrealidades posibles, a números que solo desde abajo se van a poder sumar. La vida es números, la vida es hacer cosquillas en la sien, la vida eres tu que no renuncias a soñar, que siempre llevas el niño a cuestas aunque todos se rían, aunque todos sufran por comprar y vender felicidad mientras comes un chupetín en una plaza sin pensar en la dieta.

    La paciencia es un cristal. Me das miedo, no se como acabarás el cuento, a veces pienso que en realidad nunca lo empiezas a contar. Algo grande esperas, algo de duendes y sirenas en los ojos, algo que las hormigas esconden entre tanto trabajo y fidelidad. Quizá es algo muy obvio, no lo sé, y al espejo al menos hoy no se lo preguntaré.
     
    #1

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