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Día XXXIII

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por abcd, 2 de Febrero de 2015. Respuestas: 1 | Visitas: 317

  1. abcd

    abcd Poeta adicto al portal

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    Me sonreí a mi mismo, me di cierta ternura, veía como la hoja flotaba, el viento la movía, la sacudía, la tocaba por todos lados, y ella nada, bailaba en el aire, perdida como yo en un unísono intransigente. Ella cae, choca en el suelo, el viento le da otro empujoncito, pero ya no ejercerá su oficio de no tener cintura ni gravedad, tal vez se canso de volar para que yo la mirase. Esperará a alguien distinto, alguien con vida y sonrisa real, alguien que tenga a quien contarle que vio una hoja danzar después de la lluvia y antes de que volviese a llover. Esta metafísica absurda en la que me he hundido es una especie de letargo inocente. En el fondo siento un agujero, un gran abismo que se expande y abraza todo lo que miro, todo lo que pienso que puede ser mío.

    Aquí, en el instante en que mi corazón abre la tapa de la caja, se pierde la etiqueta que reposa en los sueños. Cada vez que mi silencio nubla el rostro de un anciano que aún quiere cantar, un niño se tropieza o una flor se vuelve a convertir en piedra. Estoy tan desquiciado con el oriente de mi pecho que a veces quiero destrozar todos los occidentes de senos cerrados que encuentro en la calle, en la muerte diaria de afrontar el paradigma sin un algoritmo de

    infelicidad anunciada. Debo estar harto, pero toda la vida jugué con el personaje de estar harto, roto, malhumorado con el don social de socializar sin herir la suspicacia de la vulgaridad. Aquí, en la caja, cuando uno la abre encuentra otra caja y mil llaves, pero no existen cerraduras, eso que llevo dentro ve la luz con el fuego, con el desprecio. Si, cada vez que he armado un amor he dejado que el hielo solidifique toda emoción futura; por eso pesan tanto mis te quiero, por eso es que casi nunca siento el frío.

    Mirar dentro de mi boca es encontrar infinitos laberintos, mis palabras tienen respuestas y contrarias direcciones para cada pensamiento que me expresen. Yo desprecio que me hablen, que me interpreten, que se sienten a esperar una caricia verbal. Son todos feos, pero yo soy más feo, soy más lento, debo ser el hombre más lento para trasmitir seguridad. Seguridad y madurez, buen arte y vanguardia, arquetipos urbanos y solidez financiera. Me aburre, me aburren; son todos iguales en estructura ósea, en estructura funcional, quieren progresar, quieren tener mas: bienes, personas, es lo mismo, todo da igual, todo resta y suma si no vas a saber crear otro mundo para otro mundo. Eso, justamente eso es lo único que puedo llegar a envidiar en otro ser, cuando es capaz de crear un mundo para otro mundo. Suena hermoso, ¿lo entienden? Un mundo para otro mundo, un mundo para otro mundo. Podría escribirlo hasta el hartazgo. Un mundo para otro mundo, un mundo para otro mundo, un mundo para otro mundo... En fin.

    La caja solo existe en mi imaginación, todos saben que esta perfectamente vacía. A veces se mienten y se dicen todos tenemos algo que ofrecer. Basta: ¡mueran!, ¡vivan!, pero no esperen nada de nadie. Salten y caigan, caigan y caigan una y otra vez caigan, que sus heridas van a sanar. Son todos hermosos, perdón por lo de feos. Su caja esta llena para que la mía siga vacía. Me gustaría volver a encontrarme con esa hoja, con esa lluvia, volver a pensar todo eso que me hizo llorar y que ahora no recuerdo; seguro que eso es algo que a todos les paso alguna vez.
     
    #1
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  2. Uqbar

    Uqbar Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Mujer
    Cada vez que digo que no espero nada de nadie me miran raro, por fin encuentro a alguien que lo plantea. ¿No es tan extraño verdad?

    Seguramente las cajas se llenan y vacían en función de nuestros estados de ánimo pero eso de esperar... en fin.
     
    #2

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