diafana e imprevista

Seca presurosa sus manos con delantal en primavera, marchitado por los años. Es hora de colgarlo el clavo oxidado lo reclama. Entre vapor, olores de especias, una mano se extiende. Duda pero sabe que es hora de tomarla.

Un ultimo vistazo hacia atrás. El cálido sol entra tímido por las paredes de adobe . Unos de sus rayos se posa en una rama albahaca, cosechada esta mañana para el pastel de choclo de mañana. Mira con tristeza La tapa vacilante de la olla, el fuego avivado y confundido por el viento queriendo escapar de la boca de barro.
Una dolorosa duda le embarga. Todo sigue su curso, pero ¿ habrá alguien que saque su pan ?, su preciado pan. Quería dejarlo todo listo y aunque la esperaba llego de imprevisto.

 

Así es la vida, a veces nos sorprende. ABRAZOS