Disolutor

Entonces los objetos tomaran vida, la vida que les doy, en el instante exacto en que los miro, es ahí en que los convierto en artefactos convenientes deliberadamente. En el preciso momento en que los busque mi mente, los tomaré como esclavos; los haré rehenes de mi animosidad para reducir el tiempo, serán útiles, mientras todo gire en torno a mi entusiasmo, les daré un sutil sentido a su hermetismo, hasta que liberen mi angustia desinstrumentada, ellos sabrán modificar mis horas de amianto.
Tomaran venganza en el período en que descanse, allí seré un objeto mas, tieso, informe, abducido por la sarcástica inmovilidad… incrustantes agentes cosificadores, han arremetido en mi oscura secuencia abstracta, en que vuelo hacia mi mundo imaginario, ácido, híbrido, metal.
Duermo en trance escéptico e inmaterial, secuenciado sigilosamente por un disolutor de identidad, que abruma y prescinde de variaciones y consecuciones.
Me han convertido en lo que soy, un objeto demandante de otros objetos, con la facultad de transmitir y transformar sus necesidades, un objeto con criterio, que volverá a su intactilidad en el descanso, tanto como recrudece la vida conceptual; cuando gire la energía recargable
De modo que cada objeto intangible que se mueva entorno a mi, me transformará en un objeto mas.