Domingo de Ramos

Nuestra historia terminó sin besos en la cama
sin un hasta luego que te vaya bien,
los ojos sinceros huérfanos de lágrimas
y un amor olvidado en una esponja sin miel.

Terminamos como terminan los que ya no sienten nada
sin acertijos, sin tratar de atar los cabos del abismo,
ella siempre supo la verdad,
yo nunca fui el hombre que añoraba.

Acabamos este fin de semana, Domingo de Ramos
con madrugada fría en media habitación,
ahora te llamo le dijo un extraño
que tenía las llaves de su corazón.

Pobres los tontos, tontos los pobres
que leen historias de romance y no saben del terror,
tontos los pobres, pobres los tontos
que nos ven en la mañana
con un beso que el enjuague convierte en nada.

Te respondo en privado, pregúntame si quieres,
te doy la dirección donde guardé mis pieles
un Domingo de Ramos amaneciendo a las cuatro
haciendo del barrio un escenario de dolor.

Suspendieron la misa, no habrá más procesión
que la de mi camisa caminando bajo el sol.

Pobres los tontos, tontos los pobres
que se creen con derecho de comentar lo nuestro
sin saber del calvario del amor,
tontos los pobres, pobres los tontos,
Judas no te escapes que aquí tengo un mecate
para morir de amor.