Don nadie (Soneto con estrambote)

No luché por riquezas... figuré en este cuento
ajeno a lo que muchos pensaban importante,
y al dejarme llevar mecido por el viento
era un hombre dichoso, con el alma radiante.

Cuando por fin cesaba, tras recobrar aliento,
ansioso iba gozando como el hábil amante
que corteja una dama, con pasión y talento,
y exploraba el entorno mostrándome galante.

Así fui caminando por distintos tablados
que presenta la vida... tan solo pretendía
escapar de ese libro con finales narrados
en el que ya no cabe sorpresa ni alegría,
y continuar mirando con ojos asombrados
mientras siga sonando esta bella melodía.

Me llaman cada día
fracasado... no importa, pues son gente endiosada
y ellos jamás respetan al que no tiene nada.


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Hola, Javier. Veo bastante correcto tu soneto en alejandrinos, el único problema serio que encuentro es el verso que te he señalado en la cita con 2, que te ha quedado suelto. En los sonetos con estrambote este primer verso del estrambote suele rimar con el anterior.

En los versos que te he señalado con 1 me parece que la pausa entre hemistiquios no se lleva bien con la sintaxis, es decir se produce un encabalgamiento. Es cuestión de estilo, en el modernismo se han visto cosas así y mucho más acentuadas.

Como comentario además te digo que en los sonetos alejandrinos es más frecuente la rima cruzada, ABAB, que la abrazada ABBA, en los cuartetos. En la abrazada, la rima entre el segundo y el octavo hemistiquio del cuarteto resulta un poco distante.

abrazo
Jorge

 

Muchas gracias por tus indicaciones, musador. He modificado la rima y el estrambote. Lo del encabalgamiento no lo tengo muy claro, no sé muy bien cuando se produce.
Recibe un abrazo y gracias de nuevo por tu atención.
Javier.

 

Ok, he visto tus cambios y los veo bien. En la expresión «tanta violencia», hay una unidad sintáctica difícil de separar, el acento de «tanta» es por esta razón imperceptible salvo una lectura afectada: eso pasa con algunos encabalgamientos, que introducen una pausa y fuerzan un acento donde la dicción natural no los pondría. Para reflexionar, nada más.
abrazo
J.

 

Excelente explicación, Jorge, muchísimas gracias por todo. Si tengo la osadía de intentar alguna otra vez algo que me viene tan grande, es un consuelo y motivación saber de tu presencia en este foro.
Disculpa no haberte llamado por tu nombre en la primera respuesta, no había reparado en la firma.
Recibe un agradecido abrazo.
Javier.

 

No creo yo que realmente te venga tan grande, que lo has ido arreglando y retocando con mucha destreza. Además de la mano de Musador se aprende un montonazo, que te lo digo yo que lo sé de buena tinta. Quien a buen árbol se arrima... Buen poema que termina.
Un abrazo.

 

Creo que en algo tiene razón Eratalia, Javier: en tu poema se nota buena pasta. No sé cuánto llevas en esto, ni cuánto esfuerzo te llevó componerlo, pero los alejandrinos están bastante bien.
abrazo
Jorge

 

Comencé a escribir hace año y medio más o menos, Jorge.
Estaba leyendo a Roald Dah y un libro suyo para niños ("¡Qué asco de bichos! El cocodrilo enorme") y pensé que podía intentar hacer algo parecido. Eran pareados de once sílabas y me puse a ello. Hice unos cuantos, pero sin ver métricas internas ni nada, solo la rima final... y nada, luego, hace unos seis meses, me puse a hacer algún poema infantil y algún microrrelato.
Este soneto fue por una invitación de "Libelula" a su tema "Nada", pero lo mismo, solamente me fijaba en la rima final al no saber de la métrica necesaria. Delhi, en un comentario, me puso sobre aviso y así llegó hasta aquí. Ha sido mi primer intento fuera de poemas infantiles y... hombre, me ha costado mucho esfuerzo, pero es un esfuerzo grato, compensatorio.
Aprovecho para darte las gracias de nuevo.
Un fuerte abrazo.
Javier

 

Me gustó mucho tu frase acerca del esfuerzo grato. Yo empecé a tomarme un poco más en serio lo de escribir hace cosa de cuatro años, y me exigió mucho esfuerzo de estudio y de autocrítica: la mayor parte de las veces fue grato este esfuerzo, aunque admito que a veces, cuando mi oído se niega a colaborar, me agarro algunas rabietas, jajaja. Lo esencial me parece eso, mantener el goce en la composición y en la autocrítica que nos lleva a crecer.
abrazo
J.

 

Pues qué dejas para mí, si parece que tengo odio en lugar oído muchas veces... escribo algo que me parece majo y, pasado el momento de ebullición, al día o días siguientes leyéndolo descubro que es una chapuza como un piano, jajajaja... pero tienes razón, el proceso en sí ya es un goce y conseguir ir aprendiendo ni te digo.
Un fuerte abrazo.
Javier