Don nadie

Don nadie era el hombre, de el se esperaban mas cosas, que ir al campo a montar a su tractor, por las mañanas pensaba en su roìdo tractor, y al campo caminaba ninguneando a las estrellas, paseaba hacia el limbo, y el limbo le aconsejaba pudrientes consejos, en solitarias alcurnias, de pesàres y inflingidos temas, de extremas causas, y lùgrubes compañìas, que el Consejo, en su hàbil manifiesto, decide ponerle pautas...a estas alturas de su vida, llamòle conocimiento, el mas alto de los rencores, el màs afin a sus enteras penas, y cogiendo por la mano a su amiga "la fresa amarga", fueron èl, y el abogado del diablo, a la Junta del juez mayordomo de causas perdidas, por el camino màs cerca de la perdiciòn, encontro gruesas rocas, y moldes que relamìan modelos, màs allà, en el limbo instructor, el màs firme sujeto del consejo, a la par de su amigo, un consejo sabio le diò.

don nadie¡¡¡, abrigado andas, un dìa de verano, zurroneas sin descanso en tu tractor, y con detalle, vienes a pedir descanso, donde no vienen sino los muertos, en ataudes negros, consolados por amigos amargos, que piden acaso que hables....màs tù zurròn, ¿no es acaso de invierno?, y tu amigo un abogado desleal?,
la fresa de la que hablas es amarga como el serrìn, y en tù tractor, ruedas por las encinas depravadas por el insano gusto de la nuez, mas...amigo, que pierdes en este paraje perdido de la mano del sabio, encontrando mas bien el limbo destructor?que en su paisaje de duda te acusa y con el puño te aplasta?.