Doña Paciencia S.L. (Parte FInal)

DOÑA PACIENCIA ( PARTE FINAL)

-Venga ya!-le contesto- y yo soy Teresa de Calcuta!
-Da, da… sí, no te miento,chica, me llamo Petroswka, allá en mi pueblo, en Rumania, me llamaban doña P, es verdad, ¿por qué tú buscas doña P?
-Bah, qué más dá, es muy largo de contar, joder, ya es casualidad, ¿de verdad te llaman doña P?
La mujer pega otro trago, suelta un eructo y alargándome la botella, me dice:
-Sí, pero ya no, ahora me llaman puta rumana. Tóma, bebe, tienes cara de problemas…
-¿Eso es Vodka?
-Sí, Vodka es buena para mí, toma un trago conmigo, y cuéntame para qué quieres a doña P. Yo tengo mucho tiempo para escuchar…
-Ya, pero yo no tengo muchas ganas de hablar, he venido hasta aquí porque tenía ganas de pegarle una paliza a la tipa ésa doña P.
La rumana coloca varios ladrillos junto al fuego y finalmente me siento y agarro la botella que me ofrece.
-Pues mira, yo acabo de abrir la cabeza a un tío- me enseña el palo, que lo tiene escondido detrás.-Buena brecha, sí señor, buen palo, el muy cerdo aún debe estar sangrando, por poco lo mato si no echa a correr.
-Joder, ¿y eso?- le pregunto- ¿qué te ha hecho?
-Lo pillé intentando llevarse a uno de mis pequeños, yo estaba meando por allí detrás, los niños me avisaron, y los oí que gritaban…¡uno le mordió para que soltara a su hermano!
-Hijo de puta, si llego a estar yo, tú con el palo y yo a hostias, de aquí no sale vivo!
La rumana baja la cabeza, murmura en rumano, no lo entiendo, pero sé que se está cagando en los muertos del tío ése, y escupe en el suelo. Luego me pide que le cuente lo mío.
Le cuento toda la historia, total, no tengo nada mejor que hacer, así me desahogo y se me va pasando la pataleta. Petrowska me escucha en silencio, observándome con sus penetrantes ojos verdes, de vez en cuando mira hacia los niños y les vocifera en rumano.
Al tercer trago noto ya una sensación de calor y a gusto. Qué mujer tan curiosa, me parece como si la conociera de toda la vida. Después de contárselo todo, trago a trago, me dice:
-Qué historia tan extraña, chica,¿y tú por qué quieres más paciencia?
-Porque ya no tengo y me hace falta,¿sabes?
[SIZE=3]-No, no, tú no necesitas más paciencia, tú eres fuerte, lo veo en tus ojos.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Fuerte?, perdona, tú no sabes nada de mi vida…una cosa es ser fuerte y otra estar hasta el moño de aguantar. Mira, llevo un año aguantando una putada detrás de otra, armándome de paciencia día tras día, llevo un año queriendo separarme de mi pareja y no sé cómo hacerlo, viendo cómo mi niño pequeño sufre porque no entiende lo que pasa, viendo a mi hija largándose de casa harta de peleas y malos rollos, llevo un año sin trabajo y se me acumulan las deudas, y además…[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Tú tienes casa?- me interrumpe ella.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Sí, tengo casa- le pego otro trago al Vodka.-Bueno, no es mía, vivo de alquiler.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Da, da, ya entiendo, pero…tú tienes una cama para dormir,¿no?, y tus niños también…[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]- Sí, tengo una cama para dormir, y eso ¿qué tiene que ver?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Se hace un silencio. Petrowska se acaba lo que queda de la botella y se levanta para echar un vistazo a los niños, luego coge otra botella de Vodka de un bidón y, mientras la abre, me pide que la acompañe.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Entramos en la fábrica y me enseña el lugar. No hay ventanas ni puertas, todo está derruído, húmedo, hace un frío del copón. En un rincón del suelo veo un colchón mugriento, unas mantas y enseres, al lado unas cajas y un hornillo de cocinar, todo lo demás es porquería y restos de basura que han ido acumulando todos los que han pasado por aquel lugar. Se me cae el alma a los pies. De repente me doy cuenta de lo estúpida que soy.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Petrowska me señala con el dedo, el ceño fruncido, su mirada es de ira al decirme:[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¡Yo también llevo un año, mira, un año así, y aún me queda paciencia, ¿cuánta? No sé! ¡Já! [/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Aquí es donde vives?- es mi pregunta absurda.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Sí, es todo lo que tengo, y mis hijos, claro…[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Los tres son tuyos?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Da,da, son mis tres angelitos, son muy guapos ¿eh?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Y el padre? ¿No tienes marido?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Sí, está en la cárcel, ¡mejor!…Que se quede ahí, no quiero saber nada de ese hijo de perra. Mira…- me enseña un cicatriz en la barbilla y otra en un brazo-, ésto es todo lo que tengo de ese borracho cabrón![/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Pero, joder, aquí… sola, ¿no te dá miedo?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Da,claro, pero ¿qué voy a hacer? No tengo otro sitio a donde ir![/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Y de qué vives? ¿Cómo le das de comer a tus hijos?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Voy a robar a las tiendas lo que puedo, luego lo vendo para comprar comida, no puedo trabajar ¿a dónde voy a dejar a mis hijos?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Y no has ido a los Servicios Sociales? Allí podrían ayudarte…[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¡NU!- exclama Petrowska, y escupe al suelo con gesto de asco- yo ya he probado éso, ¡no,no!, no pienso volver ahí, querían ayudarme sí, y darme un trabajo, pero querían separarme de mis niños. Decían que estarían mejor en un hogar de acogida, no,no, están mejor con su madre. Petrowska puede cuidarlos bien y darles de comer.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Hoy han comido?- le pregunto.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Hace un rato han merendado, leche y un trozo de pan.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Nada más? Y tampoco van a la escuela, me imagino, ni puedes bañarlos…no hay más que verlos, llenitos de mierda hasta arriba.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-No puedo llevarlos a la escuela, los del servicio social me los quitarán,¿entiendes?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Ya…-, no sé qué responderle. Miro a los tres niños, qué lindos son, qué rubitos, qué sucios, qué delgaditos, y qué felices jugando con los envases de cristal, entre la mierda y los escombros. Uno, el más pequeño, se acerca, tiene la nariz llenita de mocos y tose como un cazallero, debe tener unos seis añitos, la edad de mi hijo, pero debe pesar la mitad. Le dice algo a su madre en rumano que no me entero, y ésta, con un trapo sucio le limpia los mocos y le dice no sé qué y le dá varios besos abrazándole. El pequeño rodea el cuello de su madre con los bracitos y aplasta en su pecho la mejilla, sonríe tembloroso, por el frío, supongo.¡Dios! ¿Cómo puede haber gente viviendo así? Es injusto.Y yo quejándome de mi vida.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]A lo tonto, ya nos hemos bebido una botella entera de Vodka entre las dos. Me noto la torrija, y siento que casi les estoy cogiendo cariño a la rumana y a sus niños. En mi cabeza no paran de dar vueltas mil pensamientos y sensaciones, ya me había olvidado de doña Paciencia S.L., no sé cuánto rato debo llevar allí, pero de pronto empieza a oscurecer y a hacer más frío.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Qué cosas tan raras me pasan. Hace un rato estaba hecha una fiera, dispuesta a romperle los morros a una especie de funcionaria llamada doña P. y acabo en este inhóspito lugar, encontrándome, qué coincidencia, con otra doña P, de Petrowska, una pobre rumana indigente, madre de tres criaturas, y pimplando Vodka con ella mano a mano. ¿Y por qué ellos tienen que estar en la puta calle y yo no? ¿Qué he hecho yo para ser mejor o más privilegiada? La verdad es que ya me importa una mierda lo de mi paciencia y mis problemas. No sé si es por el efecto del Vodka o qué, pero algo ha cambiado dentro de mí.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Presiento que estoy a punto de tener otra pataleta, esta vez sentimental.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]De repente, me levanto, y, en plan militar, como una orden, exclamo:[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¡Venga! ¡Nos vamos![/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Petrowska se queda mirándome sin entender. Me pregunta:[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Ya te marchas?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-No,bueno sí, nos vamos todos, venga, coge las cosas y a los niños que nos vamos.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿A dónde nos vamos?- me pregunta ella.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-A mi casa…[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Qué quieres decir?- insiste la rumana, noto su sorpresa.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Coño, que os venís conmigo, aquí no os podeis quedar, me cago en la leche. En mi casa hay sitio para tí y tus hijos, dinero no tenemos, pero hay camas de sobra, y donde comen cinco comen ocho, además, a mi hijo le va a encantar tener amigos con quien jugar, y a tu pequeño hay que llevarlo al médico, tiene una tos de camionero,¡venga,vamos… muévete doña P![/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]La rumana está sorprendida, algo indecisa, pero yo, cuando quiero, soy muy autoritaria, y me obedece. En seguida, llama a los pequeños y coge tres bolsas, sin decir nada más. Callada, con dos de los niños de la mano, me sigue hasta el metro. El mayor va cogido a mi mano, tendrá unos siete años. Mientras caminamos, no deja de mirarme, y le digo:[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Quieres venirte a mi casa? [/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]No sé si entiende español, aunque no me hace falta, porque sé lo que está pensando sólo con ver sus ojitos.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Y es curioso, durante el trayecto en el metro, mi mente, incluso con el exceso de Vodka, es capaz de hacer un resumen, rápido y preciso, a modo de epílogo, de todo lo acontecido hoy.[/SIZE]
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[FONT=Calibri][SIZE=3][B]P.D.[/B] [/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Decía mi madre que “el colmo de la paciencia es meter unas zapatillas en una jaula y esperar que canten.”[/SIZE]
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[B][FONT=Calibri][SIZE=3]Estrella C.Z. 2011[/SIZE][/FONT][/B][FONT=Calibri][/font][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT]

 

Jolines Estrella (perdona por lo de jolines pero no voy a decir tacos, ya sabes lo que he querido decir) la gente que yo conozco no es como la protagonista de tu relato. Hace unos años en las escuelas se puso de moda que la linea en valenciano (el catalán de aquí) era una inutilidad. Todo el mundo responsable lo decía. Las buenas personas. La gente con sentido común. Es normal que una lengua minoritaria sea despreciada frente a la magnificiencia del castellano. Sin embargo en cuanto llegaron los emigrantes todas esas buenas personas, esa gente responsable, llenas de sentido común se pusieron de acuerdo para pedir a la Generalitat linea en valenciano. Los emigrantes eligen mayoritariamente el castellano y por lo tanto la marginación. Los que tienen dinero los llevan a centros privados concertados (donde de todos modos hay que pagar) porque en esos lugares, mayoritariamente de la iglesia católica, no se respeta la proporcionalidad de alumnos emigrantes con respecto a los españoles. En los privados no concertados no va gente pobre. A los emigrantes ricos no se les llama emigrantes, eso ya lo sabes. De modo que en el discursito de la gente buena, de la gente responsable, de la gente con sentido común, hay unas dosis de hipocresía de vértigo. Esos que reclaman libre elección de lengua llevarían a sus hijos a una escuela en catalán antes que compartir pupitre con rumanos ¿Qué te apuestas?

Me gustó mucho esta tercera parte, en la que los valores solidarios que nuestra hipócrita sociedad reclama estan presentes.

 

Después de sobreponerme de tu maravilloso meeting y aplaudirte tal que si fueras un político en plena campaña, te doy las gracias. Por leerme y por dejar tu comentario con el que estoy totalmente de acuerdo.
Un secreto: Nunca pensé ni premedité que esta prosa acabaría de este modo.
Besazos, :::wub::::::wub::::::wub:::, Estrella.

 

Lo peor de todo es que ese es el currículum oculto del aula. Los adultos damos ejemplos a los niños de que hay que ser solidario con las palabras y egoista con los actos. Que la generosidad hay que encauzarla y publicitarla para mejorar nuestra imagen pública, pero que si no sirve para eso porque es una ayuda anónima entonces es mejor no hacerla. Pensamos que hay que ayudar al tercer mundo pero en cuanto tenemos oportunidad los aprisionamos en barrios marginales y les negamos el derecho a protestar. No hablemos ya de compartir puesto de trabajo con un seropositivo o de permitir que los homosexuales adopten niños (si tienen mucho dinero ya nos da un poco más igual). La gente es muy maja.

 

Jeje...la gente...majísima!
Te dejo un poema que habla de "esa gente":
http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-generales/260420-la-humana-hipocresia-2.html
Besitos Luis.

 

Gracias Estrella, encantado de que esta obra se mantenga en cartel mucho tiempo. Besos.

 

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Estrella.
Una excelente prosa con un mensaje bello
creo que la paciencia es una cosa y la tontera de aguantar es otra....
Me recordé que cuando mi hija era pequeña era como un terremoto entonces yo solia decir: "Dios, dame más paciencia" y un día con su vocecita linda me dice: "mami, para que quiere que Dios le de más paciencia" y yo conteste "porque si no no aguanta tu pombis las nalgadas" jaja.
Amiga, un placer leerte.
estrellas y un abrazo.
Ana[/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font]

 

Paciencia y Tolerancia son dos virtudes en especie de extinción, yo las heredé de mi madre, claro que...ambas...en ocasiones, se nos agotan, quizá por eso me dió por escribir ésto, no sé.
Gracias Ana, es un placer tu visita siempre, besitos,:::wub::::::wub::::::wub:::, Estrella.

 

Bueno Estrella sabés que esta prosa y éste final nos toca de cerca amiga.
Veo varias cosas y virtudes en tu escrito. La imagen de lar umana y sus hijos son para mí las que hacen vernos que hay cosas peores que las que a veces vivimos, que nos harían quejarnos menos por lo que nos tocó en suerte, si recordáramos ese rostro de indigencia total.
Despues destaco la compasión, "el actuar" solidario y la calma que vuelve a reinar al tomarse un respiro. No hay que actuar en el momento de bronca extrema, eso de contar hasta 10 suele funcionar...
Y termino con "la paciencia", que noto que se puede tener si aún amamos y valoramos lo que tenemos.
Creo que uno maneja su paciencia como desea, es decir, no notaste que para ciertas cosas uno es más paciente que en otras? Creo que ahi juega las ganas de tenerla o no.
Como dijo Ana, hay cosas que no se pueden tolerar, que es distinto a la paciencia. A Ambas virtudes uno le pone el límite y sería bueno que ese límite sea puesto con una buena dosis de sentido común, razonamiento y convicción interior de que es colocado para mejorar, para sentirse bien, tanto uno como el resto que es afectado por esa falta de paciencia.
muy buena prosa amiga, muy saludable para los momentos personales que vivimos.
Te quiero y deseo que actúes como sientas que realmente sea lo mejor para vos y los niños.
Alguín me dijo: Al recuperar la dignidad eres más valorado y los que dependen de vos (hijos) te respetarán más porque te haces respetar....

Besoteeeeeeeessssssssssssss

 

Sorprendente final de tu odisea con Doña P. Venía acelerado a continuar con la jocosa histeria de la protagonista de tu relato y me sorprendes -gratamente- con tu lucido final. Siempre digo que en la impaciencia se saborean otros gustos que hay que disfrutarlos despacio, algo como una ansiedad reprimida; como querer tomarse con gula devoradora un helado de kilo cuando el verdadero placer está en hacerlo jugando con la lengua y los sabores, suavemente, como haciéndole el amor-mi mente no pudo evitar esta imagen....je-
Lamentablemente vivimos tan absortos en nuestros "problemas" que creemos que no hay nada más urgente que solucionarlos antes que el "drama" de vivirlos nos extrangule la vida. Rara vez eso sucede.
Hermosa derivación de la historia, gratificante en cuanto a generosidad práctica y no verbal, retórica.

Un paciente abrazo para vos, como...no no, esta vez no lo digo..je. Cuidate.

 

Mil gracias roblecito,digo,cipresito mío,jeje.Esta noche estoy de coña.
Te aseguro que en lo referente a generosidad práctica,tengo mucha práctica (valga la redundancia),no te imaginas la de gente que he metido en mi casa por no dejar que estén en la calle.Incluso he llegado a dar mi techo a personas que no conocía apenas (en alguna ocasión me han llegado a robar) pero no importa, me siento satisfecha porque siempre he actuado según mis convicciones,y no tengo nada de qué arrepentirme.He aprendido unas cuantas lecciones, también las he enseñado a ciertos personajes que han pasado por mi vida, ellos sabrán...al final, el tiempo acaba por poner a cada uno en su justo lugar,y no es eso lo que me mueve, yo soy así, no puedo evitarlo,esta prosa es pura invención, aún llevando parte de mí misma. Te mando muchos besos y abrazos por leer mis locuras.:::wub::::::wub::::::wub:::,Estrella.

 

Valor y adelante. Petrwska,¿bien?.