Dos historias

Como podía no expresar

Lo que mis labios no podían hablar

Mi piel no debía tocar

Y mi boca no debía besar


Usted vino y se adueñó de mí ser

Por una noche, yo caí sin querer

Fui víctima de una profunda soledad

Que suya y mía se convirtió en maldad


Y todo comenzó por inocencia

Una salida algo casual

Usted mataba el tiempo

Y yo el aburrimiento


Hasta que frente a frente los ojos se encontraron

Y será mi mala suerte que nunca he de evitar

Volver a verme involucrada en amoríos de azar

Su boca beso mi boca, y sus manos me tocaron


Nos fueron indiferentes otros placeres

Besar su boca era más que mi alimento

Sus brazos era un vano complemento

Que me llevo más allá de los saberes


…..


La semana bien paso como ninguna

Y pensar seria solo una fortuna

Que volviera yo a besarle era mi duda

Ah! Pero usted Insistía en la locura


Y pasaron mil encuentros

Y mil besos

Y mil abrazos

Y mil veces el amor


Y se hacía natural tenerle aquí

Llenando el vacío que sentí

Cuando aún no llegado le pedí

Y aquí ya estaba usted junto a mí.


Y era casi imposible no extrañarle

Su ausencia de horas parecía insoportable

No podría yo negarle lo innegable

Que cada vez se volvía indispensable


Indispensable para que me preguntaba

Era capaz lo que mi alma anhelaba?

Me parecía ya volar entre la aurora

Llena de luz, a quien menos enamora


Mas una verdad yo tenía en mi camino

No podía yo forjar a su lado mi destino

Alguien más ya era dueña de su boca

Y yo no eras más que una extraña loca


Loca por sus besos me decía

Y así mismo a mi alma complacía

Y verle al comenzar yo cada día

Se dibujaba una sonrisa de alegría


Pero no pertenecía a mi lado esa locura

Ella no estaba y su espacio era cordura

Cada vez que a sus llamadas acudía

Era cordura lo que mi mente carecía


Y aun así mi razón no daba vueltas

Corazón atado estaba hasta las riendas

Parecía ya un vicio su presencia

Y escapar yo pedía por clemencia


Al final, se dio el corazón

Y sin pena lo explicaba la razón

Ud. y su dueña, y yo, la duda

De las noches solitaria era ayuda


Y a ser feliz al fin me decidí

Y no era a su lado ese mi fin

No podía yo quedarme entendí

Y alejada de su lado, me perdí


Como siempre para suerte de mi historia

Un nuevo rumbo era sinónimo de gloria

Nuevo lugar, nueva brisa, nuevo cielo

Y en mi ser, no la causa del desvelo


A ser amigos, como adultos acordamos

Después de lo mucho que enredamos

Dos historias sin comienzo, sin perjurio

Sin pasado, sin culpables, sin augurio.