Doy un paso adelante

Estoy a salvo,
abrazado a tu lado,
¡porque te amo!
Está bien si a los ojos nos miramos,
y se siente tan bien si mientras, nos mimamos.
Sin embargo, también hay que mirar de frente:
avanzamos, nos transformamos,
apuntando al mismo horizonte, hallando estrellas potentes.

La sonrisa es la curva más bella y elocuente;
sopla la brisa en tu pura y tierna esencia.
Me haces más feliz, me vuelvo de los malos gestos indiferente.
Los haces de luz brillan, entonan los cuentos desde la experiencia.

Vuelco todo mi cariño y amor en nosotros,
no me importa lo que digan los otros.
Damos pasos adelante juntos, marcamos camino,
atamos trazos constantes con nudos divinos.

Doy un paso adelante,
con fe creyendo,
siendo tu amante,
a mi corazón obedeciendo.
Muestro mi pasión y afecto,
mientras en ti pinto —eres mi lienzo—.
Doy parte de mi ser con esfuerzo,
equilibrando nuestros sueños.

Doy un paso adelante,
y te sigo fiel, leal,
aunque muchos retrocedan,
recordando el desencadenante.
Tú siempre me pareces fascinante,
ahuyentamos los superficiales males.
Las memorias se congelan, se fraccionan,
las mejoras se voltean y no se mencionan.

Yo sigo dando un paso adelante,
pero aquí ya no queda casi nadie.
Perdidos en el hermoso valle,
sin que criaturas nos espanten.
Sigo seguro de las decisiones contigo,
vivo lo duro por las ilusiones de nuestros niños.

Doy otro paso adelante,
pero tú ya no lo das...
me quedo esperando, distante,
pero ya no lo valoras más.
Me duele el pecho y lloro,
me he vuelto a quedar cojo.
Mi mitad se ha dividido,
¡me siento tan incomprendido!

Doy un paso adelante,
y otra vez solo.
Ya no tengo el talante
de superar lo doloroso.
Aunque la llama del amor propio no se apague,
se pudre la trama de la traición al propio ser.
Si amar incluso en el desagüe se vuelve un delito grave,
lo haré incondicionalmente, porque todo lo voy a perder.

Doy un último paso adelante,
y me iré desnudo.
Voy como el humo flotante,
y tenlo por seguro:
este tremendo sufrimiento vale la pena
por el clamor y la pasión que se estremecen, apenas.
Soy el faro que sostiene y sostendrá al verdadero amor.
Doy el trato que contiene la verdad en el correcto dolor.
Comienzo a levitar, a volar, cuando me desprendo del malestar.
Te amo, y en mi corazón siempre,
con respeto, vas a habitar.​