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DUENDES

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por ojosverdes, 9 de Julio de 2005. Respuestas: 0 | Visitas: 1218

  1. ojosverdes

    ojosverdes Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    26 de Febrero de 2005
    Mensajes:
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    5
    Un día de trabajo pesado
    un director insustancial, fracasado,
    responsabilidades, cuentas
    obligaciones de la vida,
    cadenas que te paralizan
    vínculos que no puedes arrancar,
    eslabón a eslabón van progresando
    sin remedio dilatándose,
    y solamente anhelas desaparecer
    escabullirte, vaporizarte,
    ¡que el mundo se pare!¡quiero bajarme!

    Una llamada, estás enferma
    y te disipas entre las nubes,
    tú sabes bien dónde quieres ir.

    Te alejas, abandonas,
    mente calenturienta y testaruda,
    sin otro objetivo que aquello
    que te has propuesto buscar.
    No sabes lo que es
    pero pretendes hallarlo,
    tal vez está en tí,
    pero si bien no lo sabes,
    la búsqueda has emprendido.
    Sólo volverás cuando encuentres
    lo que crees perdido.
    Un pueblo pequeño,
    sólo ellos se benefician de la magia,
    lugar bien conocido por tus infancias.

    Solamente en él se atesoran tradiciones
    que tus ancestros te traspasaron
    y habías abandonado.
    Te has propuesto llegar a ellas,
    aún sin saber cómo
    el primer paso has dado,
    el lugar mágico…
    el bosque.
    No lo has olvidado,
    es tu prado
    sólo lo habías dejado de lado.

    Pero lo que buscas
    no es fácil de encontrar, de ver,
    para ello hay que creer.

    ¿Todavía no habéis adivinado
    cuál es la búsqueda?
    Ferviente soñadora, fantasiosa
    e imaginativa fémina, una niña
    que cree en duendes.
    ¡Sorpresa! Todavía en ellos crees,
    quizá alguna oportunidad te den.
    Son pequeñas criaturas fantásticas,
    seres diminutos que viven entre las flores,
    en los bosques, con poderes afines a las hadas,
    pero no los confundáis con los gnomos.

    Pueden ser azules, verdes y rojos
    burlándose de nosotros, simples humanos
    no somos capaces de verlos.

    Pero si resuelven acompañarnos
    guardarnos, seguirnos,
    todo trastocan, desordenan,
    revuelven nuestra vida
    con su presencia, aunque
    igualmente nos proporcionan alegrías.
    Muchas historias se han contado
    de su talante travieso o malhumorado.
    Detrás de cada árbol, de cada hoja,
    esperan la ocasión
    de salirnos al encuentro.

    Criaturas sorprendentes, personitas
    de barba larga y gris,
    que se fusionan con la naturaleza.

    Pero únicamente aquellos que aún
    conserven la chispa en su interior,
    la inocencia y la fantasía,
    alcanzarán a disfrutar de su
    compañía y sabiduría.
    La armonía y el trabajo
    son su estilo de vida.
    ¿Dónde viven los duendes?
    ¿Os habeís preguntado
    alguna vez por ventura?
    ¡Tú has tenido suerte!

    Lo has descubierto en ese
    claro del bosque entre
    los rayos del sol de la alborada.

    Entre arboledas has hallado uno,
    te ha mirado fijamente a los ojos,
    él sabe lo que buscas.
    Te guiará, porque todavía crees,
    te lleva a un lugar…
    cuando allí te encuentras
    la reconoces, es su casa.
    La gran seta con la que
    siempre sueñas, ahí está.
    Hace mucho tiempo, tanto,
    que lo habías olvidado.

    Pero una sola no descubriste
    de grandes setas
    al pequeño poblado regresaste.

    Ahora sabes lo que buscabas,
    en tu memoria lo guardabas,
    sólo tenías que regresar
    para hallar la inocencia,
    la alegría, la enseñanza,
    los sonidos del bosque,
    las letrillas que entonabas
    y no recordabas quien
    te las había enseñado,
    la magia, tus travesuras,
    tus bromas y el buen humor.

    Pequeño duendecillo que te ha devuelto
    la memoria de lo aprendido
    en el bosque de tus infancias.

    Ahora si, estás preparada
    para volver al mundo real,
    aquél en el que te habían
    obligado a olvidar la fantasía,
    los sueños y la alegría.
    Pero ya no eres la de antes,
    ahora vuelves a ser
    la niña soñadora, fantasiosa,
    que sabrá lidiar con el mundo actual.
    Porque si te vuelves a perder
    sabrás donde regresar.
     
    #1

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