Dulcinea

Te inventé perfecta, amante, hermosa,
y te colgué en ese cuadro dentro de mi mente,
para poder verte y sentirte... cariñosa.
Nunca miré tu cara, pero te formé a mi manera,
puedo escuchar tu voz sin conocer tu idioma,
que mas dá... serás mi eterna compañera.


Puedo hablar contigo asi, sin prisa.
compartirte mis proyectos, mis metas,
y buscar el roce de tus labios...tu risa.
Te delinié una sonrisa esplendida... mía,
porque ya te hice parte de mi, de mi existir,
y en ese abrazo tuyo tomo tu energía,
y puedo el palpitar de tu corazón sentir.
Aun que ya nunca volvieras te quedaste,
en esta pincelada de mis desvaríos... te amo.
amame tú también... dulce Dulcinea.

 

Un muy bonito poema Gustavo, el amor destilando su sutil esencia.
Muy grato disfrutar tu estupenda inspiración reflejada en la imagen.
Saludinesss

 

Gracias... un privilegio compartir el escenario con tan brillantes poetas.

 

Gracias... Un honor recibir tan calidos comentario... Y mi dulcinea esta ahi...cerca.

 

Vaya a donde vengo a encontrarte con esa fluidez

Grato leerte

 

Gracias...grata tu presencia

 

Pues has encontrado al personaje que Miguel escondiera en su lienzo inmortal. Muy bella y original tu propuesta, Gustavo.
Saludos cordiales

 

Ummm...
Creo que eres al único que permito llamarme dulce Dulcinea.
Encontrarte en un café llorando fue magnífico.
Empiezo a pensar demasiado en tus letras y palabras.
Me encanta sentir éste nuevo estado latente.
Seducida y cortejada por un melancólico poeta.
Se está masticando la tragedia...,
pero siempre me enamoré de todos ésos poetas.
¿Quién no quisiera sentirse cuidado y querido?

Mi poeta roto.
Hilvanarte es un privilegio para ésta Aldonza.

 

Enciende las alertas... fortifica tus defensas.
Oh!! Dulce mia... haste de carne y sangre...
manifiestate en en mis ojos.
Después ... algun dia remendamos las heridas.

 

Gracias... siempre muy amable Ligia.
Dulcinea es la fantastica creacion...
la musa imaginaria. de muchos

 

Este saludo de gratitud llega un poco retrasado... pero es sincero,
Y no, mi dulcinea no quiso hacerse eterna... salud por otro fracaso.
maggiemay