Ejercicio oceánico con dos remos para un ebrio marinero

De donde vengo​

el mar es un espejo

de ubérrima espera.
​

Es el único abismo azul ​

que tiene el cielo

¿ Qué sería del mar sin la cuenca de tus ojos dónde ponerlo?

¿ Qué sería de su forma si se aquietace un día?

Y los peces viajan para procrear burbujas.

Y en sus lomos las olas te invitan
a posar tus ojos

para que tu vida divise siempre
una eterna lejanía

que nadie conoce

Hay tormentos de voces;
Si

Islas dibujadas con
EL fémur de las calaveras.

Incendios secretos
en cofres
que solo cargaban
las sombras.

Hay un mar después del mar

lleva en su fantasma
una luminosidad cegadora
que solo
las cartas resisten
​

Y tu pecho hace su brisa
cuando respiras
​

y las velas se pliegan como dos
labios colosos​

solo sus piedras llegan
a las tabernas

una voz se embriaga
y es graznido de gaviota

y se deja caer como un verso
que no despinta sobre tu hombro

por eso la última canción que pasará
por tus dientes​

siempre será del mar...​

​

​

​

 

Le estoy leyendo estimado, le estoy leyendo y, no dejo de leerlo.

Serán las mariposas en los ojos
que no paran de volar....?

 

Siempre hay un mar después del mar.

Qué poema más potente.

Felicidades poeta tremenda entrega.

Un deleite leerte.

Gracias por compartir.

Felíz noche!!

 

Muy amable Lexema. Siempre generoso. Saludos cordiales desde ESP. Siga escribiendo.

 

Muy amable Pincoya. Saludos cordiales desde ESP. Que pase buena semana.