El Adiós de un cobarde

El Adiós de un cobarde

Por C.Eldrick Driven Bixler-Zavala



Hola:

Antes que nada, deseo que estés pasando un gran momento en lo laboral y en lo personal ante esta difícil situación mundial que nos aqueja a todos.

Seguramente mi nombre no te signifique nada, muy probablemente mi existencia te sea indiferente y hasta nula; pero, desde ese relativo anonimato, por fin tengo el valor de expresarte algo que siento desde hace mucho tiempo. No pretendo incomodarte -en lo más mínimo- si es así te ofrezco una franca disculpa; tampoco espero cambiar nada, tal vez por alguna razón ni siquiera llegues a leer todo esto o tal vez sí, pero estoy seguro de que los días seguirán pasando como normalmente lo hacen en nuestras respectivas vidas siguiendo su habitual curso, porque el fin de esta confesión es desahogar el peso y agradecerte por el sublime significado que involuntariamente marcaste en mí.

Hace algunos años nos tocó coincidir en la preparatoria. Jamás olvidaré el día que a lo lejos vi tu maravillosa sonrisa y esa mirada fascinante debajo de esas gafas, quedé totalmente impactado por tan singular belleza. Pasaban semanas y no podía dejar de admirarte a la lejanía; cuando reunía valor para tratar de acercarme no podía hacer nada más que estar pasmado en silencio contemplándote de cerca aunque fuesen unos pocos segundos. En días posteriores, pasé tardes enteras buscándote, desde los andadores de los apartamentos de San Francisco hasta Romeral y las Flores, siguiendo la pista de un amigo que muy seguro me dijo que por ahí vivías, pero jamás te encontré. Odiaba los fines de semana porque eran días en los que no te vería y amaba ir a la escuela, porque eran los instantes en que podía admirarte. Poco a poco fue creciendo más en mí un sentimiento noble, profundo y sincero hacia una ilusión que me hacía de ti; una devoción enorme, una admiración abnegada y férrea por una huella que tú, sin saber -ni pretender seguramente- habías grabado en mi ser.

Luego pasó algo que complicó más las cosas: en un intento por acercarme a tu círculo social, terminé siendo pareja de una de tus amigas. Lo que en un inicio pensaba podría ayudarme terminó haciéndome sentir más lejano a tu contexto y para cuando me di cuenta, la preparatoria había terminado; ahora nos esperaba el incierto mundo universitario. De tajo se acabaron los de por si breves -pero portentosos- instantes que nos tocó coincidir.

La última vez que te vi fue gracias a mi amigo, él me dijo que estabas cubriendo servicio en el área de enfermería de la preparatoria, en el mismo lugar donde te vi por primera vez. Sin rodeos me decidí a ir a confesarte que eras tú mi musa en las noches que jugaba a ser poeta, que habías sido un gran faro de luz en los momentos más oscuros de mi juventud, que eras la mujer más bella y brillante de toda la humanidad que en mi existencia había contemplado; pero luego de sortear unos imprevistos para ingresar llegué a donde estabas, sin embargo nuevamente no pude hacer otra cosa salvo que quedarme petrificado mirándote en total silencio mientras llenabas a mano con lapicero de tinta azul la encuesta falsa que te di y que aún conservo cual preciado tesoro. Cuando terminaste de contestar las preguntas intenté decirte tanto pero apenas y pude esbozar una leve sonrisa y decirte: -Muchas gracias-.

No quiera salir de ahí, pero el miedo al rechazo o quizá a sentirme vulnerable por exponer mis más ingenuos sentimientos hacia ti tuvieron mayor peso y me marché en un mar de confusión.


Después de eso, solo me quedó una esperanza fútil de reencontrarte que fue desangrándose de a poco, un recuerdo difuso de tu sonrisa cada que escucho " Since i've been loving you" de Zeppelin y un eterno agradecimiento hacia ti Rocío, porque con tu sola existencia abriste en mí un torbellino de sensaciones que me dieron esperanza en esos momentos oscuros, sensaciones que son de los recuerdos más bellos que tengo y no olvidare ni en 3 vidas. Haber coincidido contigo-o con una ilusión que me mi mente formó de ti- fue de lo mejor que ha pasado.


Je vous souhaite une existence heureuse et très plein.


Adieu.

 

Me encantó leerte, quizás si haya esperanza a pesar de todo mi niño. Gracias
por compartirnos tu hermosa experiencia. Besitos cariñosos apretados en tus
mejillas.