El adiós

Apenas hace un instante, me han llamado al teléfono para comunicarme la partida de un amigo, compañero y vecino. Su cuerpo, edificio viejo medio en ruína,se ha derrumbado sin decir adiós. Sus escombros nos han llenado de polvo y cascotes. En dos meses, tres magníficos edificios han caído dejándonos a la interperie, en espera de ser, prontamente llamados, a la tétrica negrura.

 

Interesante es la parábola que hay en este relato; “su cuerpo, edificio medio en ruina” con el estado físico de un persona golpeada por los años; aunque no siendo el único caso “otros tres magníficos edificios” lo que implica que uno por fura puede estar en impecables condiciones, no así por dentro, el efecto del colesterol por ejemplo.

"dejándonos a la intemperie” dices, como desamparados y frágiles, el ser humano me refiero. Bueno, no e si habrás querido decir eso, pero al menos por ese lado lo interpreté. Porque me gustó es que te comento. Un abrazo, Ruben

 

Sí Ruben, esta tarde ha sido el entierro. El tercero en dos meses. Dos de infarto.

 

Buena metáfora para significar la decadencia física. Espero que tu salud sea de hierro. Un abrazo, Luis.

 

Ese hierro se mantiene gracias a las varias capas de minio que le doy cada día en forma de pastillas.