El aliado reflexivo

Hoy me vi al espejo. Hoy me vi al espejo y la recordé.

Se llamaba Millie. Toda su vida se vio impecable, pues pensaba que la gente la tomaría en cuenta exclusivamente por como se veía. Era una experta en el campo de las relaciones humanas, lo que la llevo a conservar su trabajo muchos años. No termino nunca la secundaria, pero su carisma y su presentacion personal la hicieron una de las mejores vendedoras de la empresa para la que trabajaba. Era sin duda una mujer exitosa.

Por su casa se veían muchos espejos. Cada mañana reflejaba unas treinta veces su rostro en ellos. Era casi un vicio, el espejo parecía ser su amigo inseparable, su más intimo aliado. No había cosa en ella que se viera fuera de lugar, pues a toda hora aprovechaba para darse un “espejazo”, como le llamaba ella a tan singular manía. Y no es que Millie fuera una mujer bella, nunca entendi que la hacia tan especial. Seguro su atractivo yacia en ese excesivo tiempo que se dedicaba, porque aun en su madurez los hombres la miraban y notaban en ella algo singular, aunque no lo tuviera en realidad.

Millie, aun en la plenitud de su vida, fue diagnosticada con cancer linfático. Esto para cualquier persona es un golpe duro de soportar, pero se podria decir que nadie pudo haber sufrido mas que ella. Las sesiones de quimioterapia y los largos viajes al hospital acabaron con su figura y con su carisma, o más bien, con su alma. Porque su alma era eso que llevaba por fuera, esa curiosa particularidad que le había dado en la vida todo lo que alguna vez le falto.

Cuando un día se vio al espejo y se descubrió con una cabellera rala y su rostro pálido y maltrecho, se desmayo. Su peor pesadilla se había cumplido. Aquel amado aliado le mostraba algo horrible, rotundamente inaceptable.
Cuando Millie volvió a abrir sus ojos, se hallaba en un cuarto de hospital lleno de gente. Familiares, amigos, compañeros de trabajo, clientes… todos estaban allí o por lo menos habían pasado a visitarla mientras se hundía en su inconciencia. Esa situación fue aun peor que ver al espejo y hallarse arruinada, porque según ella, todos los que la habían visto el esplendor de su alma ahora estaban viendo un despreciable adefesio, algo que ella no era.

Pero todos los rostros la miraban amorosamente, con más cariño que cuando andaba con su cabellera ondulante y su cuidadoso caminar. En ese momento entendió que aquello que veía siempre en el espejo no fue suficiente, pues su alma permaneció toda su vida escondida tras el telón… se dio cuenta de ello demasiado tarde…

La Mariposa Arrabalera

Esto es realidad distorsionada...

​

 

No está mal quererse, pero hay un límite, la belleza está adentro, y no hace falta llegar a la instancia de tener una enfermedad terminal, para que vengan los que te quieren a notarlo, pero pobre chica, fue demasiado tard epara ella, aunque nunca hay que perder la fe...
Muy bueno, mariposita de arrabal ninja

Te mando un beso che!
:::hug::: ​

 

El Espejo Que Nos Seduce, La Soledad Que Se Desboca