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El arquitecto

Tema en 'Poemas de Amor' comenzado por rafael tato, 12 de Abril de 2017. Respuestas: 0 | Visitas: 193

  1. rafael tato

    rafael tato Poeta fiel al portal

    Se incorporó:
    22 de Mayo de 2011
    Mensajes:
    732
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    Era el final de la tarde,
    de la oscura tarde,
    de los vistosos vuelos,
    de la transida caminata.


    Anclé mis pies en apartada morada
    de seres humildes hermanos de la flor;
    allí te vi en cada uno de ellos,
    en cada sonrisa,
    ¡en cada mirada!
    en la bondad de sus palabras,
    ¡en la grandeza de su amor!


    Continué mi marcha al despertar del alba,
    me desposé con la aurora y las azucenas,
    me deleité con el aliento de las montañas,
    calmé mi sed en las frescas fuentes de las riberas.


    Cual caballero andante seguí la huella iluminada,
    cruzando valles ensoñadores y dorados,
    digiriendo sinfonías naturales de esperanza,
    haciendo de mi viaje un bello sueño encantado.


    Y alli te veía...
    En la intensidad indescriptible de la belleza,
    en el sincronismo gravitante de las mariposas,
    en las estrellas reveladoras e inmortales,
    en la geométrica danza de las gaviotas.


    La repentina oscuridad de la tragedia
    ensombreció el camino de mis pasos;
    los días florecían con corolas de agonía y angustia,
    en soledades inauditas, con dolores de parto.


    Ya se presentía el fín de un corazón ilusionado,
    de una maravillosa idea,
    de las sendas encantadoras,
    ¡de los perfumes hechizados!


    En la fiebre ausente de melodías y colores,
    te sentí en las gotas de esperanza de mis lágrimas,
    en la fuerza milagrosa de mis músculos,
    en la reserva espiritual de mi alma.


    Allí de nuevo estabas;
    ¡sin palabras...sin testigos...!
    apartando las fléviles tardes purpurinas,
    encendiendo un nuevo sol en mi camino...


    Era tu mano hecha de luz y viento,
    la belleza de tu ternura
    gravitando en mi cerebro,
    el marmóreo cielo
    sepultando la maligna tormenta,
    el renacer de un nuevo sueño
    ¡ante mis ojos!.


    ¡Eras tú!
    ¡siempre tú!
    arquitecto de los nuevos senderos,
    crisantemo de bondades,
    ¡carpintero! ¡carpintero!
    ¡pulmón! ¡oxígeno! ¡misericordia!
    ¡aliento! ¡mi aliento!


    Héme aquí, invencible a las adversidades,
    aldeano de las buenas costumbres,
    océano de experiencias y humildades,
    caballero, ¡átomo ante el mundo!


    Soy una "millón millonésima" parte de tu ingenio,
    colmado de vivencias, perdones y retos,
    haz fugaz de tu sentimiento,
    inocente caminante en tu tiempo,
    ¡vida y muerte! ¡grito y silencio!
    ¡mar y desierto...De tu sueño!


    Tato Ospina
    DRA
    Colombia​
     
    #1

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