El balance

Hoy cumplo cuarenta años,
Esta es la mejor edad del ser humano, ya que sus fuerzas están completas, puesto que se sigue siendo joven, pero con la ventaja que la vida le ha permitido acumular, cierta experiencia,
Lo que le hace ser más cauto y tropezar menos,
Soy una persona afortunada pues en todo este tiempo, he perdido poco, comparado con lo mucho, que DIOS me ha dado,
Aunque, lo que he perdido representa mucho para mí,
Pues he perdido a mi padre hace ya algún tiempo y aun, no puedo superar esa pérdida, no, no puedo acostumbrarme,
Pues en ocasiones me hace mucha falta,
No en ocasiones especiales, no… en cualquier día,
Ya que si existen días en que extrañas a quien esta, entonces, es comprensible que existan días en que extrañas, y mucho, a quien no está,
Pero aun no estando yo platico con él, y platico yo creo, un poco más de lo que platicábamos, cuando él estaba aquí,
Y se que el me escucha, porque he sentido su respuesta que me ha llegado en diferentes formas; a veces como una mariposa que revolotea en mi cabeza, o un pajarillo que se posa en mi auto estacionado, o una brisa que sin motivo ni razón, mueve las plantas y árboles que están cerca de mí, mientras todo lo demás se mantiene calmo,
Si, el me escucha y me responde, y de vez en vez, me ha hecho alguna advertencia,
He soñado con él en algunas ocasiones, y es raro, tomando en cuenta que soy un individuo que solamente sueña despierto, y he visto en mis sueños que él está contento, supongo que es porque he hecho lo que él esperaba de mí, o tal vez un poco menos, pero sigo en el camino, ya que él me enseño, que todo trabajo dignifica y ennoblece,
Y no me enseño con palabras, ya que mi padre, no sé porque razón, no era muy bueno para los consejos,
Pero era excelente para el ejemplo, y era de ese modo como el enseñaba,
De él; obtuve desde muy pequeño el habito de leer, que después de los genes y de un corazón noble, es lo mejor que me heredo y mucho se lo agradezco.
Cuando se fue me dolió mucho y más, porque no llegue a tiempo para despedirme de el, pero como DIOS sabe, que el dolor compartido es más fácil de soportar, ya me había mandado a mi muñeca,
Si, a mi esposa, a quien mi papa también quiso, y fue bien correspondido, y le permitió DIOS a mi padre, que antes de partir conociera a los dos primeros de sus nietos, que continuarían con su apellido, (eso era muy importante para él) y me refiero, a mis dos primeros hijos, a quien él quiso mucho,
Ahora tengo cuatro, ya que cuando nuestro padre se lleva a algún ser querido, dejándonos un vacio en el corazón, después lo llena hasta rebozar,
Tal y como hizo conmigo, pues mi corazón estaba ocupado con mi esposa y mis dos hijos, y ÉL para llenar el vacío, que había dejado mi padre, nos mando al menor de los varones, y algún tiempo después premiándonos, yo no sé porque razón, nos bendijo, mandándonos a mi princesita, haciendo entonces, rebosar mi corazón

En estos catorce mil seiscientos días que he vivido, nada me ha hecho falta,
Me ha sobrado el cariño y el amor, primero de mis padres y después de mi esposa e hijos, las bendiciones sobreabundan,
Y la salud… ella ha sido mi amiga y gran aliada,
Y en cuanto al dinero… el dinero, siempre ha girado cerca de mí, y lo único que he tenido que hacer, es esforzarme un poquito y estirar la mano para obtenerlo,
Vivo tal como he querido hacerlo,
Tengo lo que he querido tener,
Y DIOS me ha enviado, aun lo que yo creía no querer, pero que EL sabia que necesitaba,
Tengo junto a mí, a mi familia,
Y muy cerca, a mis seres queridos, a mi madre, a mis hermanos, a la familia de mi esposa,
Además tengo amigos, y eso... eso en estos tiempos es un lujo,
He tenido en el camino que he recorrido, una cantidad grande de aciertos, y una mayor cantidad de errores,
Aciertos de los cuales no he aprendido absolutamente nada, pues el orgullo nubla los sentidos, y la adulación inmoviliza,
Y errores, de los cuales he aprendido mucho, si, muchísimo, pues en la humildad, somos mansos y receptivos, y la crítica, aun la adversa, es el combustible que te hace avanzar,
He volado y he caído, pero cuando caes, esa caída te da la oportunidad de apoyarte en el suelo, para impulsarte de nuevo y llegar alto, mucho más alto que el lugar donde estabas cuando caíste,
Nunca he sido tan bueno como han dicho de mí cuando me ha ido bien, ni tan malo como han dicho, cuando las cosas me han salido mal,
Y en cuanto al amor,
Siempre he pensado que el amor, es como un bumerán, ya que si lo tiras con fuerza, el regresa a ti multiplicado, y el amor que yo he lanzado, ha regresado a mí con tal fuerza, que casi me arroya, ya que:
Amo a DIOS y EL me ama
Amo a mi esposa, y mi esposa me ama
Amo a mis hijos, y mis hijos me aman
Amo a la vida, y ella me ama,
Hay mucha gente a la que aprecio y quiero, y ellos me corresponden,
Entonces, que puedo pedir, si he obtenido más de lo que merezco,
Mas, si se tratara de pedir, Tan solo pediría… que a los ochenta años, tenga yo, fuerzas para sostener una pluma, y así, pueda terminar este balance.




Eric Lenin Camejo ocaña