El bombo de mi bombón.

Sigo sin tener noticias suyas,
pero tiro de la manta, de vez en cuándo.
Obtengo el diagnóstico preciso.
El sentimiento es el verdadero amo del mundo.


Es cierto que me he vuelto razonable.


Pero sus voluptuosos senos no son palpables.
Es toda ella, metáfora encantadora.
Palabra nueva y terapia, nacida en buena hora.
Si bien, es cierto que querría asemejarse a mí,





de los pies a la cabeza.


Y me lleva la contraria, ejerciendo su potestad,
en el nombre de hospitalidad y firmeza.
Es muy franca: Si me recibió en sus aposentos,
no tengo derecho alguno a criticar su actitud,


después de quedar encinta. ¡ Menudo aburrimiento !


Moraleja: " Nueve meses de gestación, nos aguardan. "

 

Asi que eras hijo,nieto,hermano,esposo y ahora serás un padre todopoderoso.
¡Qué bonito!
¡Estarás muy ocupado!
Educando y conciliando.
Tendrás que trabajar mucho enanito para que tu prole llegue al mercado.
Mis sentidas condolencias.
Yo por lo menos puedo amamantar.
Tú de éso nada de nada.
¡A trabajar!

 

Entonces, no me envidias, ¡ Aleluya !
Menudo peso me quitas de encima...
Tenerlos bien puestos me da orgullo y satisfacción.
Pero me los dejé en el intento. De ahí, mi actual descontento.
Sólo puedo admirar la obra bien hecha.
Y no salto de alegría, ya, ante la monotonía del carnaval y sus danzas.

 

Yo doy a luz
Tú trabajas para darla
Se llama compenetración ó subida de tensión.
Tú tienes lo que yo no tengo.
No nos enviadamos porque nos respetamos.
Del respeto al amor hay un pasito muy chiquito.
Me columpio y casi puedo sentirlo.
¿ Me empujas un poquito Nomeo?

 

Vas ser padre. Felicidades! Tener un bebé es algo muy hermoso. Saludos y Bendiciones.

 

¡ Gracias, Lourdes ! Es todo, metafórico. Son hijos espirituales, o si lo prefieres, huevos de chocolate.


¡ Aldonza !


Tu discurso me ha sorprendido, gratamente.
Eres, de repente, mía.
Pero no te voy a golpear, pues no eres mi adversario.
Ser mía, implica " mi chica ", pero asimismo, " mi oponente ", o " la horma de mi zapato ".
O sea, lo que uno hace cuando se enfrenta a un peatón que libremente deambula por sobre el paso de cebra, en la calzada. El conductor del automóvil ha de frenar en seco.


Y eso es todo. Un instante...


Educación vial.
Entonces, respeto mutuo...
Yo soy tuyo, pero a su vez, ello implica variaciones y sinfonías, que se van ramificando.
Tu héroe...
Tu media naranja...
Tu indio, o vaquero.
Tu chamán o sacerdote.


Y ya, pues tu sombra, tu antifaz, tu marioneta, tu guiñol, tu muñeco...





Es un misterio, esto del matrimonio.
Porque envuelve todo un conjunto de detalles.
Y así, que tú seas mía, y yo sea tuyo, es un nexo profundo, que se esclarece gracias a los hijos.
Los hijos muestran el secreto del invento.
La madre del cordero.
La satisfacción, por el trabajo logrado.