El Bosque de Robles

Bajo el dosel de la negra noche una muchacha de talle fino se escurre entre las frondas parsimoniosas del rociado en negro oro del bosque fantasmal y susurrante.Allí le esperan las sombras de sus fieles antepasados,recortadas por la luna menguante en la tierra carbonizada por la llama plañidera cuyo crepitar enciende aún más el celo sacro de sus ancestros.La mujer abre bien los ojos de pupila grisácea y las observa contorneándose entre los troncos viriles de los robles de semblante triste pero serio.Una de aquellas se introduce subrepticiamente en el alma inmortal de la estupefacta damisela,y la hace quedar en trance extático: profiriendo de su boca de malvas olorosas versos que enturbian a las estrellas enanas que centellean en el alejado firmamento de color de caoba y de sonido de lira cuyas cuerdas,al menor viento suave,emana una música celestial cuyo aroma hunde aún más en el sueño a nuestra bella y dulce mujer de cabellos áureos.Pero he aquí que ya llega el alba de blancor inmaculado y nuestra pitonisa despierta sin recordar nada de lo que aconteció de modo sobrenatural.Sola se vuelve a escurrir entre la fronda del viejo cementerio de robles.