El bosque.

Entre troncos del bosque, su madera
que cruje con el viento
como canto de su era,
voy buscando la paz a paso lento.

Pero la paz se esconde, no está afuera
no está en ninguna parte, no la siento.
Vendrá cuando yo muera.

Ya no habrá más dolor, tan irredento,
mi alma, de dolor huera
habrá de irse a viajar al firmamento.
Sin deseo de amar, ya sin espera.​

 

Melancolía y belleza, lirismo y vehemencia en estos versos que sensibilizan al alma y al corazón con su aflicción , dónde la paz cuando el cuerpo, la mente y el corazón ya no pueden soportar más dolor.... Me ha hecho suspirar la profundidad de este bellísimo poema mi querida y admirada Luciana, la música, ese adagio me estremece.......muááááckssssss

 

El poema, la música, y cada uno de sus versos... hacen de este hermoso poema... un verdadero logro. Felicitaciones compañera; Luciana, me encantó.
Cordialmente:

 

Querida Isabel, poeta, tus palabras que siempre me maravillan llegan aquí a dejarme tu generosidad y afecto que agradezco en el alma. Muchos besos.

 

Querido Iván, que bueno que te ha gustado, agradezco la gentileza de tus palabras. Un abrazo.

 

Es de una hermosa tristeza.
Gracias por compartir, es un gusto leerte.
Mis saludos.

 

Un placer recorrer tus versos en busca de la paz .Un saludo afectuoso

 

Pao Castello, muchas gracias por leer y por dejar tu amable comentario. Un abrazo.

 

Querida Pao, gracias por tu agradable comentario. Un abrazo.

 

María Baena, querida poeta, muchas gracias por leer y dejar tu agradable comentario. Un abrazo.

 

Damari, querida poeta, gracias por dejar tu huella. Un abrazo.

 

Profundos versos!

 

Querida Omaris, muchas gracias por pasar y dedicarme un momento con tus amables palabras.