1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

El Candelabro

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Edouard, 30 de Octubre de 2017. Respuestas: 1 | Visitas: 447

  1. Edouard

    Edouard Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    15 de Marzo de 2016
    Mensajes:
    1.058
    Me gusta recibidos:
    483
    Género:
    Hombre
    El áureo candelabro de pies de plomo descuartiza la densa niebla de un nicho vagabundo. Allí reina el silencio y la sepulcral parsimonia de un tiempo que se detiene moribundo. Cuando ya despierta el desgajado cadáver amortajado; que con su soplido pulmonar cae en la extenuación de la idolatrada eternidad, marcada a fuego y sangre por el dios de las tinieblas, el singular faro de siete brazos luminosos se apaga. Dejando que la ferviente marea de vetustas joyas desdentadas sean enterradas por la tierra tenue de un desértico páramo escarmentado. Entonces, se destapan los negros sesos sacerdotes de indumentaria indecente. Con trabucos oxidados; pero cargados con la petulancia del horrible y polvoriento engranaje de bolas de estaño. Se escucha, luego, el chirriar de las puertas del infierno. Y el candelabro vuelve a iluminar una estancia seca y amarga. Donde yacen figuras pictóricas, pero difuminadas, de rebeldes encarrilados hacia el túnel obtuso de una loca salida final. Donde espera tranquilo el segundero frontal; que ha de marcar la pauta de la serena pero falsa de un tic-tac que desbroza, el muy cruel, los últimos momentos de gloria en debacle de un sol ya ardiendo.
     
    #1
    A homo-adictus le gusta esto.
  2. Edouard

    Edouard Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    15 de Marzo de 2016
    Mensajes:
    1.058
    Me gusta recibidos:
    483
    Género:
    Hombre
    homo-adictus, tal severa luminaria de ascética llama despertaba hasta al más pavoroso cadáver de intermitente vida. Vuelta al rebumbio de un enjambre apestoso. Donde, hasta los mismísimos ministros del señor no les temblaría el pulso. A la hora de agujerear sus huecas cabezas con el perdigón denso de un arma homicida. Pronto, las puertas terribles del submundo se abrirían para absorber las almas calamitosas de los héroes juveniles. Tercos en rebelarse contra toda ley establecida. Incluso contra la del destino implacable y cruel. Donde, les esperaría el agujero cegador de la luz divina. Presta a fagocitar sus esencias vitales. Y pulverizarlas en polvo fino que se llevaría, al compás de un marcado tiempo devastador - en su mutismo recalcitrante - a la alborada de un sol que ya apuntaba el término final de su gloriosa inmortalidad. Atentamente Edouard.
     
    #2

Comparte esta página