El ciego

Solo en mi cuarto,
me acompaña la almohada.
Cayendo en un pozo de agonía
sin poder hacer nada.​

Por querer entrar en tu corazón,
hice lo imposible.
Seguí una utopía
que no existía.​

Me di tantas veces la cabeza contra el muro
como si fuera a romperlo;
pero atrás estabas vos
evitando su abatimiento.​

Mis ojos cegados por algo llamado "amor",
no quisieron ver lo que pasaba alrededor.
Ilusionado, torpe, atontado,
sin saberlo a un ancla me estaba atando.​

Sos una espina en mi alma,
porque de mi corazón no dejaste nada.
Y en lo que digo no soy yo el que habla
sino el odio de mis palabras.​

¿Qué me queda ahora? Todo me queda.
No tendré corazón, pero me queda la razón.
Sigo firme sin caerme,
ante el huracán de la muerte.​

Te creí imposible para mí,
pero si así lo fuera, no estarías aquí.
Sos tan humana como todos,
aunque de eso te queda poco.​

Quizás me volví duro,
quizás no soy el de antes.
Quizás me volví piedra,
quizás ya no quiero amarte.​

 

Bello poema un choque de versos llenos de amor, un acentos por ahí que hay que colocar saludos

 

Fuerte y una explicacion que deja sin palabras a cualquiera, me encanto, felicitaciones y si deseas hacer como cuentas, que el olvido venga pronto.
Un consejo, segun la psicologia el amor funciona por reemplazo, alli esta el "secreto" .

 

Hermosos versos,
con el sentimiento muy bien expresado...
Un placer leerte,
saludos.​