1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

El Ciego

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Edouard, 3 de Febrero de 2017. Respuestas: 1 | Visitas: 438

  1. Edouard

    Edouard Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    15 de Marzo de 2016
    Mensajes:
    1.058
    Me gusta recibidos:
    483
    Género:
    Hombre
    Engalanada con el oscuro esmalte de su capa principesca va radiante al encuentro de su amado desafortunado. Pues las voces del averno, subrepticias, le dictan que pronto está él en expirar en campos carmesís de sangre derramada de toro bicéfalo. Cuando lo ve ya en la llanura dimensional clama por su nombre. Pero él no la escucha. Está pensativo mientras ciega sus apasionados ojos verdes al contemplar el ardiente sol del estío. Entonces ella, bullendo como una galaxia naciente, se le presenta en aura complaciente. Y tocando sus mejillas con labios rojos de pasión trastoca sus pensamientos furtivos en vivaces sentimientos de alegría por al fin no estar solo. Mas ya no puede ver. El astro rey lo ha dejado ciego. Palpa con sus manos las facciones de su amada y, en una reminiscencia platónica, suelta de su desgraciada boca el nombre sagrado que antaño los unió en lazo indiviso de Amor.
     
    #1
    A homo-adictus le gusta esto.
  2. Edouard

    Edouard Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    15 de Marzo de 2016
    Mensajes:
    1.058
    Me gusta recibidos:
    483
    Género:
    Hombre
    homo-adictus, aquella bondadosa amante de un desafortunado ciego - por tanto observar la malévola radiación solar- quería con bravura el despertar instintivo de la alianza de Amor que ambos se habían hecho en un pasado remoto. Cuando aún podían contemplar la Belleza paradisíaca del reflejo tormentoso de sus almas en sus lozanos cuerpos. Pero, ahora, el hombre desafortunado por alguna cuita pasajera, prefería estar solo. Ante la inminente llegada de la Muerte, que haría desbrozar su espíritu de una naturaleza que se le antojaba Sueño. Ella fue a su encuentro a pesar de todo. Y viéndolo cavilar lo besó para despertarlo de su amodorrada reflexión interior. Él intuyó el Amor puro de tal seña inconfundible y la intentó acariciar con el tacto suave de todo un Adonis desdichado. No pudiendo más que hacer bullir de sus labios ese Nombre sagrado en el que ambos habían sellado en un pretérito tiempo de sensualidad inocente la perla inmaculada de la gracia divina. Atentamente Edouard.
     
    #2
    Última modificación: 3 de Febrero de 2017

Comparte esta página