El cielo sigue llorando.

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Rostro aguzado, soñador, ojos claros, llenos de una luz como la de los cuentos y maneras de quien sabe que un harapo le quedará como un vestido de seda. Sentada al piano en medio de una gran sala, tocando melodías desgarradoras totalmente ensimismada, respirando al ritmo de las notas mientras dota de un fondo musical mi excitado corazón. La sala está totalmente llena, me siento en el suelo. El frío, el suelo, la luz de increíble belleza que se cuela por el ventanal, la pianista; en un determinado punto, tal vez pasado un minuto o una hora, termina una pieza, se levanta en medio de los aplausos y me mira. ¡Es el momento!
Incorporándome me dirijo a ella y descubro que habla como los ángeles. Habla a borbotones como si tuviera una llave de ternura atravesada en la garganta, una llave empapada de melancolía, inundada de misterio, como si le cayeran del paladar hasta la lengua antiguas palabras que yo jamás había escuchado.
Inmediatamente nos sentimos aislados del resto de los asistentes. Conversamos acerca de historias, de viajes; como para entonces ya nada amaba más que escuchar su voz, se me ocurre invitarla a cenar y simplemente, acepta.
Sentados en el comedor que da a la estación observamos como llueve tras los cristales y hablamos mucho ante una botella de vino, tal vez para que aquello durara.
Llueve, llueve. No para de llover. Se suceden las miradas, se suceden las voces. Se suceden las horas mientras un tren arranca bajo la sospecha de partir muy lejos por la vía del deseo. Pero esa noche el cielo llora. Esta noche llueve demasiado murmuran el resto de comensales. Entre nosotros todo son adverbios y adjetivos, muy pocos verbos y ningún beso que llevarnos a la boca. Sosegado frente a ella imagino sus ojos como cerezos florecidos, mis palabras para esos ojos se quedan mudas en el paladar. Nadie sabe de esas cerezas, nadie.
Cruza de nuevo un tren por la estación del deseo, el agua sigue desmayándose por los tejados, y a pesar de todo, sobre todo a pesar de la incertidumbre, a pesar de los besos que no florecen y gracias a la lluvia, sé que esa noche sus cerezas brotarán ante mis ojos.

 

Pensé al leer el título que resultaría una obra triste, al suponer la melancolía que inspiras los dias lluviosos, pero a medida que fui adentrandome descubro que hay más sentimientos...
Esta vez pude entrar en una maravillosa historia , el amor en plenitud amaneciendo frente a ti, despertandose como el alba , destellando su radiar atravéz de unos ojos, a pesar de las cortinas de agua de un dia gris...
Una maravillosa prosa, que es todo un lujo leer, porque logras (por el instante en que dura leerte) , trasladar con tu magia .
Gracias por compartirla.
Un beso inmemso en este nuevo año.
Aun no te he escuchado, así que regreso)

 

Repetido...

 

El romanticismo te invade querido Engel, la dulzura se percibe en cada línea y se entrega bajo la implacable lluvia a un final de ensoñación.
Felicidades y estrellas


Palmira

 

El romanticismo de Engel y esa voz tan querida que por el tiempo que la escucho ya se me hizo familiar. Son tan claras las imágines que solo veo verbos en acción, todo es movimiento hasta en el momento de la cena y ese sentir callado, que solo la lluvia seguramente sabe porque es parte del misterio de tu esencia, Engel. Ya no se me hace problema y escucharte y leer al mismo tiempo, me he acostumbrado a tu forma. Hace días veía con Cata una película subtitulada en español y era la voz tan parecida a la tuya que era como escucharte, Engel, es posible que sea tu voz.
Es impecable esta Prosa y me encanta que vuelvas a leer, a recitar. Saludos, amigo.
Feliz año 2014. Un abrazo.
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Agradezco en el alma tus bellas palabras, Beatriz. Un beso enorme para ti. Que disfrutes de un hermoso día, querida amiga.

 

De pie aplaudo la belleza detu obra mi querido amigo. Un placer leerte. Besos con cariño.

 

Gracias, Yaneth, un beso con cariño también para ti.

 

Y una vez más regreso..., y esta vez al escucharte con más calma , tu historia me sugiere un amor platónico, que quizás no pasa de ser una ilusión . Donde el protagonista se escapa de la escena llevandose de la mano a quien lo,dislumbra, envuelto en los ojos de quien lo ha cautivado, dibujando a su alrededor toda una atmofera apasionada que favorece y fomenta su utopía.
Realmente tus historias amigo Engel, están predestinadas a hacernos volar y traspasar la fronteras de lo trivial.
Gracias amigo. Gran poeta y comunicador de sentimientos.
Mas aplausos y un abrazo.

 

Es muy bonito, cada palabra es una caricia para el alma, me gustó mucho.
Un abrazo.

 

Gracias por la presencia y por tus bellas palabras. Suerte para mí tenerte siempre en mis escritos.
Un beso, Beatriz.

 

Fuerte abrazo, Mave. Gracias por pasar a dejar tu cálida huella.

 

Ningún beso que llevarnos a la boca.
Pero las cerezas brotarán ante tus ojos.
Estrellas y abrabesos Engel.

 

Gracias, ropittella. Un placer hallarte en mi rincón.
Abrazos.

 

Engel Lindo escrito con una forma muy exacta de describirnos la imagen del momento. Un gusto leerlo. Saludos.

 

Gracias por pasar a comentar, Daniel. Placer conocerte. Te dejo un fuerte abrazo, amigo.