El Creador.

Querido amig@:

En estos tiempos de rebelión todos tratan de dejar su huella en el mundo. Después de todo, el arte sin espectadores no es nada más que masturbación; un acto de auto-gratificación que en última instancia no nos lleva a nada. Si realmente quieres dejar impronta en el mundo debes someterte al juicio de los demás: sin una audiencia tu genio muere contigo, sin consumarse; vertiendo la semilla en algún terreno estéril. Incluso si se trata solamente de una sola persona, debes encontrar alguien a quien mostrarle tus creaciones… a menos, claro está, que ese alguien te encuentre a ti primero. Si esto último sucede, se muy cauto.
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Pocas nociones son más atractivas que la inmortalidad. Por algo nos empecinamos en levantar monumentos, en tener hijos de modo que nos sobrevivan. No hay necesidad más primitiva ni irresistible que el impulso de crear. Una vez que lo encuentras y la empiezas a manifestar, nada más te importa; ni tus amigos, ni tus amantes, ni siquiera tú mismo. Todo lo que te absorbe es dejar una marca en el mundo y es precisamente allí donde yace el principal peligro de la creación: si pones demasiado de ti, puede que no quede nada más.
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Siceramente vuestro.

Vrnt.​

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