El cuento de la lechera.

Una vida mejor, ¿ Dónde la encuentro ?
El centro del Universo es, posiblemente, un lugar excavado en la roca,
llamado Fráguel Rock. Muñecos con aliento de vida propio.
La factoría de las marionetas de Jim Henson, para la Televisión.





La religión, la aparcamos. Según Karl Marx, es como fumar opio.


Entretenimiento e insistencia...
Pero la potencia, sin control, no sirve de nada.
Más pericia y la voz de la experiencia. Pues la paciencia es la madre de la ciencia.
Más veteranía o maña.


Amor-Brujo, por consiguiente. Para gobernar, manejar y dominar la mente.





Sin convertirnos en energúmenos que rompan vasos, platos y jarras.
Sin sacudir a la esposa ni a los hermanos, por confundirlos con la hormiga, o la cigarra.
Viviendo en esa fábula de Samaniego, que es el cuento de la lechera.
Ser como Dios, ¿ Algún día ? Utopía o quimera.


Esa letra Equis: La incógnita, que adquiere valores puros.





En las ecuaciones, es variable, y puede saltar por encima del muro.
Adaptándose a cada circunstancia.
Amor-Bondad, y sus sutiles fragancias.
Abrimos el corazón, con sus cinco instintos primarios:


Conservador, liberal, empecinado, ilustre y Sexy. ¡ Extraordinario !

 

Encanto de mujer en la portada.

 

Gracias, Rami. Supongo que no quieres matarme, ¿ Verdad ?
Porque me he lucido, ante todos.
Quien esté libre de Pecado, que tire la primera piedra.
Por cierto, si eres pistolero, sabrás que mis poemas son balazos. Solamente...


Con cariño.


Soy un Kalashnikov. Un A. K. 47. Pero no se lo digas a nadie. Que quede entre nosotros.