El cumpleaños

Por fin dos velas. Fernando ya presumía de adulto.
Inspiró todo el aire posible e iba a soltarlo cuando su padre le tapó la nariz y la boca.
-Todavía no, debes pedir un deseo.
-Papá, me salió por las orejas.
Volvió a tomar aire y a soplar, pidiendo un deseo.
Todos aplaudieron mientras cantaban cumpleaños feliz...
Pero las velas se encendieron otra vez. Y sopló otra vez; y se encendieron otra vez...
-Déjalo ya hijo, ya está bien, no seas pesado, llevas una hora apagando las dichosas velas.
-Es que si no se quedan apagadas mi deseo no se cumplirá.
-¿Y que deseo has pedido hijo?
-Si te lo digo, tampoco se cumplirá.
-Pues escríbelo en este papel.
Y el padre, atónito y meándose de risa, leyó el deseo, que era que las velas no se apagaran nunca.
-Papá, no todos los días se cumplen diez años.

 

jejejeje cuánta inocencia
puede regalarnos la humildad
de esas últimas palabras?
quizá mucha y es ahí donde nos damos cuenta
cuanto tiempo hemos perdido sin notarlo
abrazos a la distancia
Denn

 

Muy bonito y tierno tu micro saludos

 

No todos los años, no.- Je, je, je.- me gustó mucho leer.
Buen micro, cada momento es captura y hace la vida, vida. Esta es una transición de un niño, bello es.
Un placer estar en tu espacio.
Mi saludo.

 

Muchas gracias Glendalis.
Se la saluda afectuosamente.

 

No, quepasa, no todos los años son iguales que esos diez jajajajja.
Se le agradece su presencia y se le saluda.

 

Tiene usted Razón, Denisse, nos damos cuenta demasiado tarde del tiempo perdido.
Se la saluda.

 

Ahhh que bello micro, recompone el alma sonreir ante el disfrute de los mas sencillo y el brote inocente de un deseo feliz!
Abrazos muchos, leerte me encanto!

Que las velas no se apaguen nunca para seguir creyendo que se pueden tener anhelos!

 

Grcias Ethel por venir a este cumpleaños. Seguiré soplando las velas jajajajajaja...
Se la saluda afectuosamente.

 

JAJA. Algo Peter Pan el pícaro. Todos quisíeramos soplar y soplar las velas sin crecer; quedarnos como somos, por miedo a cómo seremos. Aunque la verdad, yo por ejemplo espero evolucionar; a pesar de que crecer, crecer, preferiría no crecer JAJA. Y tengo 19, pero no más quiero... XD
Un saludete de Samuel.

 

¿19? Qué envidia Samuel.
Yo tengo unos cuantos más.
Seguro que evolucionas, cada día que leas y escribas evolucionarás, sin duda, y con la edad que tienes hay mucho futuro, prque escribes muy bien.
Saludos y muchas gracias amigo.

 

Hermosas letras... que no se nos apague nunca la niñez... Encantador, Évano, un placer. Muchas gracias. Un abrazo

 

Muchas gracias a usted Rosaela, por su paso y comentario tan bonito.
Se la saluda afectuosamente.