El desierto inundado

Tierra de minerales corporales, bien dicho en animación terrestreexpuesta que al sol no le permiten nada. Hemos sido vistos por la luna, redondeandonuestros gustos a peces y agua sin aminorizar las superficies en los que estos estánexpuestos totalmente. Por eso las catástrofes marinas no son alertas con lahumanidad, el dedo que toca el fondo en cada arrecife natural suele ser de piedraspreciosas y superficialmente la banda ancha de los peces es la menos común paramamíferos que aún no actúan ni dejaran al frente sus requisitos para ser menosnombrados que gustos utópicos llenos de gracia y rivalidad, costumbre de planosde la conciencia impuesta imperceptiblemente hablando.
La rivalidad entre las casas de fuego que abandonan enplanicies absortas de lo natural son derrumbes de sal y castas claves para la superaciónmental de individuos hechos presas por causas de la serenidad del mar; la proporciónde mar es adyacente al conjunto de paredes artificiales que en nuestropensamiento se abren como paredes de cielo abandonadas de par en par, siendo elsol la riqueza entre lo abandonado y la tempestad prevista por inundaciones enencajes de la antigüedad.