1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

El día del Mofongo. Crónicas de Nueva York

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por CyranoenVitoria, 17 de Abril de 2022. Respuestas: 2 | Visitas: 455

  1. CyranoenVitoria

    CyranoenVitoria Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    10 de Enero de 2022
    Mensajes:
    2.877
    Me gusta recibidos:
    8.194
    Género:
    Hombre

    Soy un dibujante fatal por lo que me sorprendo al ver lo bien que me ha salido la caricatura de Alfredo que he hecho a lápiz sobre una hoja amarilla rallada en horizontal de esos blocs de apuntes que alfombran las mesas de todas las oficinas en este País.

    No se ha dado cuenta de que le dibujaba mientras, al otro lado de la mesa, hablaba por teléfono.

    Lo cierto es que creo que he captado el vibrar inquieto de su mirada bajo esas gafas grandes de pasta y puede que el tono que he aplicado a su piel se aproxime a su color caribe; su bigote ha salido sorprendentemente en su sitio.

    No se la voy a enseñar. Llevamos casi un año trabajando juntos, me trata muy bien y siento que somos, de alguna forma, dos almas solitarias que se acompañan en la inhóspita jungla anglosajona de esta oficina, pero puede que no le guste, al final es el Jefe.

    Pronuncia la e de Félix, su apellido, como una i latina cuando se presenta al teléfono intentando camuflar su origen puertorriqueño y es capaz de aparecer en la oficina con un montón de grandes globos de corazones coloreados, regalo de su hijita, el día de su cumpleaños sin ningún rubor; es lo que aquí se estila.

    Vive en Long Island, en una gran casa con un amplio jardín en una de las hileras residenciales que jalonan la zona más cara de Nueva York.

    Presumo de ser el único compañero del trabajo que la conoce y él me lo recuerda con frecuencia.

    Conoció a su mujer en su mismo barrio natal, Harlem; fue la única que supo cómo atraparle, me cuenta cuando, después de las cinco, tomamos un trago en algún bar cercano a la estación del Metro.

    Bajo la influencia del bourbon con hielo suelta el nudo de sus inapropiadas corbatas, estampadas de vida y quizás reflejo incontrolado de su sangre boricua, abre el primer botón de su camisa, siempre blanca según la norma que sí respeta y, sobre todo, suelta la lengua para narrarme sus aventuras de juventud, repletas de hazañas que terminan con la chica en la cama, y aderezadas con ribetes de acción teñidos de tensiones pandilleras propias de West Side Story.

    En la narración por capítulos de su vida esforzada y exitosa no incluye nunca referencia alguna a sus raíces familiares. Me sorprende pero no le doy muchas vueltas al tema ni lo saco en nuestras conversaciones.

    En una ocasión me preguntó por mi padre y sólo pude decirle que había muerto no hacía mucho pues salió del despacho casi con prisa para volver al rato y desde la puerta anunciarme:

    - Mañana va a ser el día del mofongo.

    - Perfecto, claro, pero ¿qué es el mofongo?

    - Ya lo verás.

    Ya es mañana. A las doce recibo la orden de coger mi chaqueta y seguirle, volveremos del almuerzo más tarde que de costumbre.

    En el Metro elige la línea que va al Norte del Central Park. Sigue sin darme más información, debe ser un secreto y como tal guardo silencio.

    Varias paradas después salimos y veo que estamos en pleno Harlem.

    Caminamos algunas calles y giramos por un callejón oscuro para dar con la innegable trasera de un Restaurante según predican sus olores; hay una puerta al final de unas breves escaleras por la que entramos y tras recorrer un largo pasillo alcanzamos, plena de aromas especiados, la cocina en la que un hombre alto, su espalda doblada sobre una mesa y al que le asoman canas por debajo de su gorro blanco, se afana en picar cebollas.

    Alfredo entra y se acerca a unos pasos del cocinero.

    - Padre.

    El hombre se vuelve hacia nosotros y nos mira sorprendido. Tras un largo silencio ambos se abrazan con fuerza.

    Permanezco allí, mudo testigo de la escena, inundado de efluvios caribeños y emociones necesarias para todos.

    - Es un compañero de la Oficina. No conoce el mofongo y tú haces el mejor del mundo…….. ¡Feliz cumpleaños!.

     
    #1
    Última modificación: 10 de Julio de 2022
    A esthergranados le gusta esto.
  2. esthergranados

    esthergranados Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    18 de Marzo de 2014
    Mensajes:
    1.586
    Me gusta recibidos:
    1.310
    Me ha gustado mucho tu relato, me he trasladado al ambiente que describías tan bien. Un saludo y felicidades.
     
    #2
  3. CyranoenVitoria

    CyranoenVitoria Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    10 de Enero de 2022
    Mensajes:
    2.877
    Me gusta recibidos:
    8.194
    Género:
    Hombre
    Muchas gracias por leerlo.
    Saludos
     
    #3

Comparte esta página