El día en que nos dijeron que no

"El día en nos dijeron que no"


Todo sentimiento tiene un límite y toda relación un muy triste final.
Alguna vez expresaste todo lo bello que sientes por alguien y te
negaron hacer realidad una ilusión de sentirte amado y el ser
mas afortunado desde luego de tu mundo.
Y todas estas y más frustraciones las coleccionas en tu interior
como recuerdos que te atormentan y te persiguen, te asfixian y
al superarlos te das cuenta lo exagerado que eres y lo ridículo
que somos a favor del amor.
Todo esto de vivir la desolación mas amarga por que uno mismo
así quiere que sea o así hizo para que suceda.
Somos tan indiferentes según los intereses y tan sensibles por
lapsos de dejarnos llevar por un gesto, una sonrisa o un beso.
Vamos a cortejar de la manera más sutil a una mujer que sin
tomar en cuenta que no le agradamos pues es mas fácil descifrar
el resultado, pero no, nos gusta sufrir y ser insoportables acosadores,
hartamos sin piedad de malas atenciones y nunca entendemos un no.
Ahora veamos cuando tenemos una relación y como todo el principio
es tan dulce y apasionante que uno de los dos se queda en esa
etapa y el otro vuelve poco a poco a la realidad.
Después sigue la etapa de ver los defectos la verdadera manera
de ver las cosas y saber que entre menos cosas en común tengan
mejor se van a entender.
Pero llega el momento de terminar algo sin remedio o porque
apareció alguien más.
No lo aceptan exigen explicaciones que nunca entenderán.
Piden una oportunidad prometiendo que absolutamente todo
cambiaran.
Mi pregunta es respecto a que, cambiar por quedar bien ser usado
solamente para intereses sociables o bien como pasatiempo y aún
así creen que serán felices por estar con el verdadero amor de su
vida.
Pero si es triste cuando le echaste ganas no había nada malo, no te
valoraron y de pronto te aplastan tus sinceros sentimientos pero todo
se vale entre el odio y el amor hay una verdad y una mentira.
Un día despertamos solos, con un vacío, una tristeza en lo ojos que
tanto lloran por las noches y el hambre se esconde y queremos que
se acabe el mundo menos nuestro traicionero amor, ni hablar.

 

Pues así son las cosas. Amigo