El diamante perdido

Ayer cuando me mire al espejo, me di cuenta que había perdido una joya valiosa, la busque por toda la casa y en todos mis bolsos y bolsillos pero no apareció por ningún lugar.
Una joya que debía más que cuidarla, disfrutarla, pero no lo hice, por que quería ser exitosa antes que feliz. Perdí el diamante de la paciencia y sin ella, me perdí de todo.
Deje de ser amable por ser talentoso, deje de ser humano por ser un hombre fuerte y valeroso...
Y ahora, soy solo un viejo, pobre de mi diamante, pobre de mi vida, pobre de mis días. Ahora, nadie me tiene paciencia a mi, por que nunca les día un poco de la que yo tuve alguna vez.​

 

Admiro a quienes promueven los valores del ser humano. Así que aplaudo tu trabajo. Un gusto leerte. Saludos.

 

La vida esta llena de tonterías que nos restan tiempos felices..
hay que vivir hoy,. que mañana puede ser muy tarde...​

 

Amiga cuanta razón tienes hay mucha gente que al ser joven arrasa con todo lo que se le pone por delante creyendo que la vejez lo encontrara siempre igual que en años pasados

 

¡Cuánto cuesta la paciencia! Tenerla, ejercerla.

Buen tema, Niña de los besos rosas. Saludos.

 

Que alguien encuentre ese diamante por favor...