El diario vivir

El diario vivir

Hay días en los que estamos ocupados "viviendo".
El trabajo, la casa, los hijos, la familia, los amigos y la lista continua, parece no tener fin.
Las horas parecen volar y por instantes detenerse como de broma, como si el reloj quisiera burlarse de la cara de cansancio que ya no podemos evitar.
El aire se siente pesado, los pies parecen por momentos estar adheridos al piso, todo es una carga.
Los rostros de las personas suelen transformarse frente a nuestros ojos, algunos gestos son tan parecidos a los nuestros. Igual de acabados, de cansados.
Todo el mundo quiere que pasen esas ocho horas para seguir con lo que viene. Porque siempre viene algo.
Llegado el momento de salida una leve sensación de descanso te alcanza.
Pero en cinco o diez minutos empezará otro rol en casa.
Es una sensación de libertad al principio.
Antes de que se presenten todas las quejas, peticiones y hasta reproches.
Te queda un poco de espacio para eso en ese vivir diario.
Ese inmenso deseo de llegar se desploma por completo en cuestión de segundos.
Y quisieras que hubiera una manera de cambiar las manecillas del reloj y adelantarlo un poco.
Solo quieres descansar, echarte a la cama y ya ni siquiera ver tele, solo cerrar los ojos y sentir que ya se hizo lo que se pudo hacer.
Sobreviviste, viviste un día más.
Lograste hacerlo de nuevo campeón, campeona.

 

Me alegra haya sido de tu agrado. Te agradezco tu visita y comentario. Saludos.