El don de la muerte soñada

Imposible es
el desenlace de la transparencia
que nos impulsa
entre ecos de medusa
hacia la ciega plata del deseo
como si la sed fuera una nota muda
de las lágrimas
y el silencio colérico volviese a latir
en la diana de los espejos
recordándonos la voluntad infinita de nuestros ojos
a fugarse del cuerpo
como una extraña aniquilación del mar​

 

Molloy:

“y el silencio colérico volviese a latir
en la diana de los espejos”

Estas ideas juegan con mi mente por varios minutos, tengo que detenerme y disfrutarlas una y otra vez. ¡¡¡Conozco de ese silencio por eso me identifico con sus letras…MARGNIFICAS!!!

Le extraño cuando no está y me extraño cuando no estoy.

Besitos ruidosos desde este lado del mundo.

 

Querida poeta resonamos, lo que me llena de alegría, un barullo de abrazos festivos, feliz sábado norteamericano.

 

Esa inquietud del alma que nos hace vislumbrar más allá nuestro silencio y hacerle reverberar querido amigo...
Siempre bello leerte... cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Hola poeta, seguido de tu sortilegio me gusta que pongas nombre a mi silencio es una forma emocionante de cuidarlo y más ahora que empezamos a vislumbrar la salida de este periodo en suspenso,así que un saludo cordial Darkness y disculpa el sentimentalismo ha salido así...

 

Precioso.