El entrometido.

Siempre tengo el anhelo
de sentir y contemplar
todo sueño, todo hogar.
Humo de invierno sus velos.

Imagino oír atento;
¡Divino es estar al tanto!
De toda mueca y llanto,
del león rugiendo al viento.

Una sala "5S"
en el cine déjà vu,
proyectando la retina
que acapara a todo azul.

Lo siento, más es cierto,
me alza, ¡enorgullece!
Mi tan malsano olisqueo
que "tan mal te parece".

 

Él entró, metido dentro de un saco.
Él entró, metido; su nombre es Paco.
Él entro, metido y sin pasaporte.
Sin salvoconducto, perdió los estribos.





Perdió los papeles; perdió el Norte.


Él entró hasta la cocina, haciendo girar la manivela
de la puerta, el picaporte.
Dejó múltiples huellas dactilares, sobre la harina.
Dejó inusitados dulces mordisqueados, en la cocina.





Paco, ¡ Aquí, tú no mandas, gobiernas ni dominas !


Él salió despedido de la oficina.
Paco salió despedido de su trabajo.
Paco no gana el salario mínimo, desde hace
meses. Paco está rendido; por ello, está estudiando


un módulo de Formación Profesional, como informático.