El Espinar (por José Pacheco Ramos, 1969)

El Espinar

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¿Qué es El Espinar? Merece unas líneas aparte. No es mucho lo que lo conozco, a pesar de ser segoviano, pero haré un comentario a vuelo de pájaro.
Si nos remontamos a tiempos lejanos, yo diría que EL ESPINAR fue un pueblo grande pero sufrido. Sus habitantes eran castigados por la inclemencia del tiempo. En invierno, las borrascas de nieve hacían presa en las casas, teniendo que recurrir unos vecinos al auxilio de otros, por hallar sus puertas cerradas por témpanos de nieve. También las calles eran intransitables, teniendo que abrírselas con palas para poder andar por ellas. Es bueno recordar que en esos tiempos primaba la miseria, apresando a los hogares humildes, que eran los que más abundaban. Los medios de vida eran escasos; no había industrias que absorbieran la ocupación de los obreros. La construcción de viviendas era mínima, y la solución de afrontar ese vacío de trabajo era uno solo: "salir del hogar en las mañanas frías", bien abrigados, con un par de caballos muy inferiores, en busca de leña, en medio de esos pinares sombríos. Esas cargas de leña eran llevadas hasta la Estación, donde se almacenaban hasta reunir para completar un "wagon", y mandarlo a Madrid para su consumo. Pero era tan poca su producción, que antes de verla ya estaba gastada.
Hoy la situación es diferente; se cuenta con un excelente lugar de veraneo, codiciado por el ambiente madrileño. Allí las casas se alquilan para que los veraneantes pasen un mes o quince días, pagando lo que se les pida, y eso hace que el vecindario aproveche la oportunidad y reúnan "unas Pesetas" para pasar mejor el invierno.
Además debo decir que ahí cuentan con un Ayuntamiento sumamente rico; pues las maderas que venden de esos montes de pinos, producen fabulosas entradas de Pesetas, que financian esas viviendas que venden entre sus vecinos contribuyentes. También el Túnel que cruza el Guadarrama, hecho por el Ayuntamiento, y que cobra peaje, ha de dejar pingües ganancias.
Esta es la parte MATERIAL. Ahora me voy a referir al PÚBLICO. Según mi concepto, es un pueblo educado, muy laborioso y muy celoso de su dignidad. Los jóvenes demuestran cierto orgullo y arrogancia. Las jóvenes demuestran honestidad y sencillez, visten con elegancia y son respetuosas ante el público. Además son amantes del baile y ponen todo su empeño en practicarlo "lo mejor posible". La orquesta es buena, y los bailes se realizan en la tradicional Placita, que se halla igual que hace un siglo. También se baila ante la Puerta del Ayuntamiento.
Refiriéndome al PUEBLO, diré que "no" ha variado NADA en su interior; pues sólo a la calle Soledad ha llegado el progreso, y se han hecho arreglos de calles contiguas a la Carretera. Donde se advierte un adelanto es en la falda del Guadarrama, con sus casitas de veraneo, muy pintorescas. También se advierte un gran progreso en las Líneas de Ómnibus hacia todas las direcciones. Y en San Rafael, también avanza el progreso, y no pude visitar las Navas. De Segovia ya hablaré en otro momento.
Mi opinión no es categórica, debido al escaso tiempo que permanecí en este pueblo. Yo desearía vuestra opinión, rectificando o ratificando lo que digo. Si volviera a ir, hablaría con más exactitud. Pido perdón por los errores cometidos, que serán muchos, pero si el errar es humano, el perdonar es divino.

JOSÉ PACHECO RAMOS
Buenos Aires, Julio 31 de 1969.


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José Pacheco Ramos
(Segovia, 1899 - Bs. As., 1971)​